Atención al nuevo 'albor' del ministro Albares quien, en el colmo de la exquisitez diplomática, o sea, de la risión, que decimos en Asturias, nos habla, al rebufo de Ucrania, de "seguridad integral" y de que no hay problema en enviar tropas europeas al Dombás, pero que este no es el momento: resultaría "precipitado". Una declaración de lo más ponderada para el cuarto año de guerra en el que hemos entrado.
Declaración, por otra parte, en la que insiste, desde Bruselas, como todo un valiente estadista, nuestro 'héroe de Paiporta'. En efecto, el presidente del gobierno español también considera "prematuro" enviar tropas españolas a Ucrania, en el seno de un contingente europeo, para proteger a los ucranianos y luchar contra los rusos. Te pueden matar por eso, no a ti, sino a tus soldados, y claro, con eso, el pacifista Sánchez podría perder las elecciones y el sillón de Moncloa.
Muy lógico: sólo llevamos tres años de guerra pero como Trump busca un acuerdo de paz resulta que nos "ha traicionado". Y luego está la exigencia de que Europa se defienda por sí misma: ¿Esto es escandaloso?
No cabe duda de que don Pedro enviaría tropas a Ucrania, una vez terminada la guerra, a ser posible, para participar en un desfile triunfal por las avenidas de Kiev, encabezado por él mismo, ataviado como general de brigada o con traje de almirante. Pero, ¿entrar en guerra cuando todavía hay guerra? ¡Eso es peligroso para la salud física y emocional e incluso puede contribuir el cambio climático!
Desgraciadamente, estamos ante el gozne del Consejo europeo sobre Ucrania. La otra clave es el patetismo europeo frente a Vladimir Putin. Porque ante el Moscú agresor de Ucrania se pueden hace dos cosas: firmar la paz o enfrentarse directamente, no por conducto interpuesto, al ejército colorado de Vladimir.
Donald Trump ha optado por lo primero. Bruselas responde que, como sólo llevamos tres años de guerra, ahora hay que optar por lo segundo pero tampoco lo ejecuta. El problema de la Unión Europea es que no tiene un líder sino 27, y entonces ahí tienen a 'Lolito' Macron convocando, bajo su mandato una cumbre de jefes militares... que para acudir tendrían que pedirle permiso a sus 27 gobiernos. Macron es un mal actor que siempre quiere figurar en el proscenio.
No se trata de rearmar a los ejércitos, sino a la sociedad europea. Eso se llama servicio militar obligatorio. A los jóvenes españoles les vendría de miedo cierta disciplina castrense. Porque todos tenemos la obligación de defender a nuestro país, nuestro modo de vida y nuestros olvidados principios cristianos
Y luego está lo de que Donald Trump exija que Europa se defienda por sí misma: ¿Esto es escandaloso? Al parecer sí... si lo dice Trump, que es el demonio encarnado.
Pero lo cierto es que la hacedora de la civilización cristiana, esto es, de lo mejor que ha forjado la humanidad a lo largo de la historia, es decir, Europa, no debería estar esperando a que alguien le diga que debe defenderse por sí sola, ni enfadarse cuando alguien se lo aconseja. Es algo que debería haber salido de sí misma, sin falta de que el maleducado pero certero Donald, se lo recuerde.
Trump advierte a los miembros de la OTAN: “Si no invierten en su defensa, EE.UU. no los defenderá”. Acusa a varios países de ser “morosos” y deja claro que Washington no pagará por ellos. pic.twitter.com/E1uXoZH8PJ
— Emmanuel Rincón (@EmmaRincon) March 6, 2025
Pero, ojo, aquí no valen iniciativas a lo Emmanuel 'lolito' Macron, un personaje que quiere capitanear Europa aprovechando que Francia es el único país de la UE que posee bombas nucleares. Entre ser liderado por el degenerado Macron, que ha colocado el aborto como "derecho constitucional" o por el cristiano Trump, yo, desde luego, me quedo con el segundo, aunque sea un "indio", como diría García Berlanga, un pobre gringo.
A lo importante: no se trata de rearmar a los ejércitos, sino de rearmar a la sociedad europea. Eso se llama servicio militar obligatorio. Hay que restaurar la conscripción, la mili, en toda Europa, para que los europeos seamos conscientes de lo que tenemos y de lo que podemos perder. Europa no puede elegir entre su antigua colonia, hoy conocida como los Estados Unidos de América, y la defensa de sus ciudadanos. Lo que exige Trump no es un abuso, es lo que debería ser el uso cotidiano en el Viejo Continente, que se llama viejo porque es el padre del resto de Occidente y maestro del Oriente panteísta.
Vuelven a resonar las palabras de Churchill (un bicho peligroso pero muy inteligente): "Os dieron a elegir entre el deshonor y la guerra. Elegisteis el deshonor: tendréis la guerra"
A los jóvenes españoles, mismamente, les vendría de miedo cierta disciplina castrense. Porque todos tenemos la obligación de defender a nuestro país y nuestro modo de vida y porque sólo se 'valoran' aquellos 'valores' por los que uno está dispuesto a entregar la vida.
No, no se trata de agrandar el 'Bazar de las Armas' que, cuanto más pequeño, mejor. Se trata de agrandar el alma europea para que sea consciente de que sus principios, que son principios cristianos, no democráticos, merecen la pena ser defendidos y que sólo serán valores (es decir serán valorados) cuando alguien esté dispuesto a dar su vida por ellos.
Mire usted, una de dos: o firmas la paz o haces la guerra. Pero negarse a lo uno y retrasar lo otro, hablar de paz justa y de compromisos prematuros, es perder la paz y perder la guerra. Vuelven a resonar las palabras de Churchill (un bicho peligroso pero muy inteligente): "Os dieron a elegir entre el deshonor y la guerra. Elegisteis el deshonor: tendréis la guerra".
Claro que para Sánchez, el más solidario con Zelenski, enviar tropas resulta "prematuro". Todo esto recuerda la metáfora de los huevos con chorizo, donde la gallina se solidariza pero el cerdo se compromete. Sánchez se queda en la solidaridad con Zelenski pero no se compromete. Pero, eso sí, Trump es un traidor: se ha ido con Putin.