Era un debate amañado, a favor de Pedro Sánchez, sobre el espionaje a través del sistema Pegasus. Todos los grupos tenían diez minutos, salvo Sánchez, tiempo ilimitado. Como le gusta hablar empleó 60 minutos en su primera intervención, y casi la mitad de ellos ni mencionó a Pegasus: se centró en la corrupción del PP, un tema que no venía a cuento y con una agresividad extraordinaria: ristras de insultos al partido de Feijóo mientras le acusaba a la derecha de sembrar la crispación. 

Gamarra certifica la debilidad extrema, de ahí su histeria, del Gobierno socio-podemita

Quizás por ello, a Cuca Gamarra, portavoz del PP, le bastaron 10 minutos para sin, insulto alguno, hacer hincapié en la debilidad de Sánchez quien, al mismo tiempo, volvía a remachar que terminará la legislatura. Estamos ante un Gobierno acabado pero que no quiere irse ni con agua caliente.   

La réplica de Santiago Abascal fue asimismo dura mientras calificó a Pedro Sánchez como "una mentira con patas", una definición que ha recogido de las redes sociales y que empieza a hacer fortuna. 

En cualquier caso, el nerviosismo insultón de Sánchez revela que ha comenzado el principio del fin del Sanchismo. La inmensa mayoría de las encuesta dan vencedor al PP y varias otorgan mayoría absoluta a la unión de PP y Vox.

Abascal define al presidente del Gobierno como "una mentira con patas"

El principio del fin del Sanchismo pero, insisto, con un presidente al que habrá que echar de Moncloa en parihuelas. Él necesita agotar la legislatura para enlazar con Europa, con su próxima aspiración que, perdido el carro de la OTAN, porque Biden no se fía de él, necesita suceder a Ursula von der Leyen en la Presidencia de la Comisión Europea.

¿Y Pegasus? Pues seguimos sin saber quién grabó y si realmente grabaron a Pedro Sánchez, Margarita Robles y Grande-Marlaska o fueron los verdugos haciéndose víctimas. 

¿Acaso alguien creía que íbamos a conocer algo más en el debate de hoy?