Consejo de Ministros del martes 17. Salen a escena Sara Aagesen y Pilar Alegría. La primera para soltarnos un ladrillo sobre el apagón, donde no sólo no nos cuenta nada sino que salva, por el momento, la cabeza de la señora presidenta de Redeia, Beatriz Corredor.
"Por partes", dijo Jack el Destripador. Bueno, también lo ha dicho la ministra de Educación y Deportes, además de portavoz del Ejecutivo, Pilar Alegría.
Pilar no es muy original, sigue el argumentario del Gobierno. Ejemplo: Sánchez es bueno y no sabía nada, le engañaron los del "triángulo tóxico": Ábalos, Koldo y Cerdán. Además, el PSOE no es como el PP, sino que reacciona mucho antes. Vamos, que el PP es culpable, aunque lleva ocho años fuera del Gobierno. El gran invento del Sanchismo, y de los sanchistas y hasta las sanchistas, es que no importa cuánto mientas. Es más, cuanto más mientas más creíble serás. El gran descubrimiento de Sánchez, es, en suma, la impunidad.
Pilar Alegría: "Este caso afecta concretamente a ese triángulo tóxico de Ábalos, Cerdán y Koldo. En cuanto el Gobierno tuvo conocimiento actuó con contundencia".
— Guaje Salvaje (@GuajeSalvaje) June 17, 2025
Pedro Sánchez, el cuarto miembro de la banda del Peugeot, 10 años en Babia.
Se ríen de todo.pic.twitter.com/iWF2qai2Mc
El PP no quiere dinero para sus comunidades. Es otro embuste vigente desde la Conferencia de presidentes autonómicos de Barcelona. Como un sólo hombre -argumentario al canto- los socialistas aseguraron que los populares se negaban a que sus ciudadanos recibieran más dinero: ¿cómo puede el Partido Popular negar este dinero a sus habitantes? A ver, cachodísimos: ese dinero hay que dárselo a las CCAA de una u otra forma. Primero porque no es un dinero que salga del bolsillo de Pedro Sánchez, sale de nuestro bolsillo y se reparte según las competencias transferidas a las comunidades. El señor Sánchez no está regalando nada: era su deber y no es su dinero. Aquí se puede repetir la vieja frase evangélica: siervos inútiles somos, lo que teníamos que hacer, eso hicimos.
El Gobierno se encuentra en una situación límite donde los ministros defienden lo indefendible. Pero hay que reconocer que lo hacen con mucho entusiasmo. En el reino de la impunidad valen hasta las sonrisas impostadas. Pero aguantar así hasta 2027 va a resultar muy duro.