Pedro Sánchez afirmó este jueves, en una entrevista en RAC-1 que el referéndum de autodeterminación, que reclaman los separatistas catalanes, “no cabe en la Constitución”. La amnistía tampoco cabía y ahora la ley está en trámite parlamentario.

Durante su comparecencia ante la prensa, también este jueves, tras su reunión con Pere Aragonès en el Palau de la Generalitat, el presidente del Gobierno ha insistido en la inconstitucionalidad del referédum y ha invitado al president a abandonar su postura de máximos, que “no resuelve el problema político” y que, incluso, “resulta contraproducente” para superar la fractura de la pasada década. "No hay ninguna constitución en el mundo que acepte y asuma en su constitución la segregación de una parte de su país. No la hay, tampoco en España", aseguró.

Tranquilos: Sánchez cambiará de opinión -again- y más pronto que tarde se pondrá al frente de la manifestación pro-referéndum. Sánchez no miente, sólo cambia de opinión porque él es así, un hombre de convicciones firmes.

Del encuentro entre ambos, que se ha extendido durante una hora y cuarto aproximadamente, han surgido cuatro acuerdos: aprobar una Ley Orgánica de garantía del plurilingüismo -no está suficientemente garantizado-, por ejemplo, para que la Administración del Estado se dirijan a los catalanes en catalán, el traspaso de la gestión del Ingreso Mínimo Vital (IMV) a Cataluña, seguir avanzando en el traspaso de Rodalies y la convocatoria -sería la cuarta- de la Mesa de Diálogo.

Lo que quedará para la historia: la afirmación sobre que el referéndum no cabe en la Constitución. Dentro de no mucho, cuando no le quede más remedio para seguir en Moncloa, Sánchez dirá justo lo contrario. Pero él nunca miente, sólo cambia de opinión.

Por cierto, en Cataluña también abuchean al presidente. ¡Pobre Pedro!