Si usted se identifica como odiador y esparcidor de bulos, -y seguramente lo sea, porque está leyendo Hispanidad-, puede empezar a temblar porque la ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, Elma Saiz, se ha reunido con representantes de Meta, YouTube y TikTok y el nuevo director del OBERAXE, y han llegado a un acuerdo histórico: se reunirán trimestralmente para analizar los discursos de odio en redes sociales y mejorar los datos de retirada.

Las reuniones serán cada tres meses y organizarán grupos de trabajo permanentes para cuestiones técnicas como definir mejor los discursos de odio y hacer un uso más eficiente de los canales prioritarios de las plataformas. Como seguro recordarán, porque les marcaría su vida, por lo menos, el Observatorio notificó a las cinco plataformas monitorizadas (Facebook, X, Instagram, TikTok y YouTube) un total de 2.870 contenidos considerados como discurso de odio racista, xenófobo, antisemita, antigitano o islamófobo.

Las plataformas, según el Gobierno, se han comprometido a mejorar los datos y el tiempo de retirada de contenido de odio mediante un trabajo colaborativo y coordinado entre todos los agentes.

Y Saiz ha prometido, ojo atención, organizar una "Cumbre contra el odio": "recojo el guante para la celebración" ha reconocido la ministra, para analizar y comparar "a situación de España con respecto a la de otros países". 

Si dejamos a un lado la reunión trimestral y la cumbre del odio, no deja de ser curioso que las plataformas, según el Gobierno, estén tan escandalizadas por el odio. Recordemos que entre las plataformas, el propio dueño de Facebook, Instagram y Whatsapp, Mark Zuckerberg ha dado un giro radical en cuanto a los bulos, los verificadores, el odio y la censura desde que Trump volvió a la Casa Blanca. Desde que el republicano ganó las elecciones, las redes sociales, además de anunciar su giro radical pro libertad de expresión, denunciaron que en Europa hay leyes que promueven la censura en internet, por lo que todo apunta a que este plan del Gobierno es parte de ese mecanismo bien engrasado de propaganda que es Moncloa. 

En cualquier caso, cuidado porque los delitos de odio están penados en España con hasta cuatro años de cárcel por el artículo 510 del Código Penal. Y Elma va a presidir la Cumbre contra el odio... ahí es nada.