Contamos en Hispanidad que la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, va a modificar, por fin, las leyes trans y LGTBI que heredó de su muy progre antecesora Cristina Cifuentes. Las reacciones no se hacían esperar y el lunes por la tarde llegaban las manifestaciones a la Puerta del Sol: "Esto es sólo el inicio de una movilización que no terminará hasta que consigamos que esta legislación no se cambie", ha amenazado Miguel Ángel Fernández, portavoz de Ni un paso atrás, organización convocante de las protestas. 

Según la Delegación del Gobierno, la concentración habría conseguido contar con 1.200 personas, aunque los organizadores cifran en 15.000 los asistentes. Entre gritos de "Ayuso dimisión" y "Ni un paso atrás de los derechos trans" se pudieron ver rostros conocidos de la política como la diputada regional y senadora Carla Antonelli, las portavoces de PSOE y Más Madrid, Reyes Maroto y Rita Maestre, o el diputado Íñigo Errejón. El clima se ve que fue pacífico, no como en las concentraciones en Ferraz

Pero Ayuso parece que no se achanta ante las protestas y sigue adelante con su promesa de reformar ambas leyes: "Protegemos a los menores de oligarquías que tenían monopolizadas estas leyes".