Hablando de Leire, la vedete de Portugalete. Comprendo a quien sostenga que lo peor de la política española son los comunistas, sumaritas o podemitas, así como los indepes, sean catalanes o vascos. Y es que ambos colectivos han resucitado el viejo Frente Popular de 1936, de tan grato recuerdo, gracias a ese personaje inenarrable que es don Pedro Sánchez Pérez-Castejón.

Yo creo que no: los nacionalistas, como todo nacionalismo, incluso desde don Benito Musolini, de izquierdas o de derechas, no es más que la deificación de la nación. Gente que ha perdido a Cristo y que necesita idolatrar a su patria, su nación, su colectivo, o lo que ustedes quieran.

Por otra parte, los comunistas ya no son marxistas, ni tan siquiera saben qué es la dictadura del proletariado.

Pero no: ningún partido independiente podría disfrutar de tanto poder como el que ahora tienen en España, si no fuera por la obsesión patológica de una persona, llamada Pedro Sánchez, por permanecer en Moncloa.

Veamos el argumento principal que ahora mismo oponen los socialistas: si se va Sánchez, vendrá Feijóo que es peor. 

Vamos a ver si nos entendemos: El PSOE es el partido que más daño ha hecho a España. El PP, el que más daño ha hecho a la Iglesia: cuanto antes prescindamos de ambos, mejor.

El PSOE ha destrozado la moral ciudadana: derecho a la vida, familia, libertad de expresión, propiedad privada... El otro ha creado la derecha pagana: pura tibieza. 

Lo que está claro es que con estos dos partidos, España no aguanta.