El cuadro de Manuel Matoses 'Evasión del buque prisión Castilla Vieja'
¿Dónde estás? ¡Oh, capitán!, ¡mi capitán!
Tú, que siempre ibas delante, que la nave conducías,
que eras el primero en saltar desde la trinchera,
y los demás te seguíamos, con temor, más con valentía.
Y así, nos llevabas a la victoria,
sobre el mar embravecido, en la larga travesía,
o desde la trinchera hacia la reconquista.
¿Dónde estás? ¡Oh capitán!, ¡mi capitán!
Esta nación que sufre, desnortada y confundida,
en esta hora, te necesita.
Y tú no estás frio, ni muerto,
hemos buscado y no encontramos tu cuerpo;
o es que sólo te has ido a otro tiempo.
O somos nosotros, los que estamos en ese otro tiempo nuevo,
donde la verdad, ya no es verdad, sino mentira,
y la mentira, es verdad que reina en desmesura
¿Dónde estás? ¡Oh capitán!, ¡mi capitán!
Ya no hay campanas suficientes, que toquen a muerto,
son tantos, tantos, que ni contarlos podemos.
Y el enemigo lo tenemos dentro,
izando otras banderas y hablando otras lenguas,
que van creando división, y dolor incruento.
Y tú ya no contestas, ni puedo sostener tu cuello.
¡Ni las playas se alegran! ¡Ni tañen las campanas!
¡Oh capitán!, ¡mi capitán! Tú desapareciste,
sólo ha quedado: ¡el Líder!*
J. R. Pablos
* Un gran líder no necesariamente es quien hace grandes cosas. Es la persona que logra que otros las hagan. (Ronald Reagan)