Y esos, que sufrimiento te causan, no merecen llamarse tus hijos, ni habitar la tierra en que nacieron, ni la historia, ni la gloria que llevas dentro
¿Qué te pasa España mía,
qué causa que te desangres,
tu sufrir, que lo motiva?
¿Cuáles son tus heridas,
quienes son los causantes
de ese dolor con que me miras?
¡Acaso las hijas que no te amaron,
o son los hijos que de ti abusan!
Aquellos que en tu tierra nacieron,
que partir tu cuerpo ansían:
¿son los que te producen esas heridas,
ese sufrimiento?
Defenderte de ellos yo quiero.
Pues ese tu dolor también es mío,
llegando a lo profundo y sincero.
Y esos, que sufrimiento te causan,
no merecen llamarse tus hijos,
ni habitar la tierra en que nacieron,
ni la historia, ni la gloria que llevas dentro.
¿Se recordará lo que intentaron,
en los siglos venideros?
Ya que destruirte pretendieron.
En su excesiva ambición de un poder
sobre una parte de tu cuerpo;
que separar codiciaron, que gobernar no supieron.
Más los otros hijos, aquellos que sí te amaron,
que te quieren y quisieron, aun sintiéndose indefensos;
con valor y amor te defendieron, y en la eternidad
podrán descansar todos juntos en el mismo suelo.
*Poema publicado en este medio el 25-11-2016