
la exigencia de aprender catalán, que Miriam Nogueras ha explicitado con su proverbial oratoria, no va contra los inmigrantes, va contra los españoles no catalanohablantes
Obligar al inmigrante a aprender el idioma del país que le acoge no es racismo. Lo hacen en otros países, como Alemania, donde incluso examinan al inmigrante para evaluar su aprendizaje del alemán.
Ahora bien, obligar a hablar catalán a un español que vive en Barcelona sí que lo es: es racismo contra los españoles. Veamos: Cataluña no tiene un idioma, tiene dos: el catalán y el español. El catalán lo dominan muchos catalanes, el español lo dominan todos.
Lo que ocurre es otra cosa. En su delirio separatista, los 'puchis', es decir, los partidarios del cobardón de Carles Puigdemont, los indepes, se han dado cuenta de que han sido invadidos por musulmanes y sólo tienen dos maneras de defenderse: la religión, pero resulta que son ateos y su lengua, pero resulta que es minoritaria.
Sí, minoritaria en el mundo y minoritaria en Cataluña. Insisto: todos hablan castellano, muchos pero no todos, son catalanoparlantes.
Por tanto, la exigencia de aprender catalán, que Miriam Nogueras ha explicitado con su proverbial oratoria, no va contra los inmigrantes, va contra los españoles no catalanohablantes.
Según Félix Bolaños, este es un debate inexistente. Cada vez que el PSOE ha dicho algo parecido, eso ha terminado ocurriendo. https://t.co/sKw48xVEfFpic.twitter.com/UuGURErnlG
— Pedro Otamendi (@PedroOtamendi) March 6, 2025
Por otra parte, los nacionalistas catalanes empezaron, ya con Jordi Pujol, a poner todo tipo de pegas (entonces había reparto de inmigrantes legales por regiones) a aceptar migración hispana: hablaban español. Preferían que vinieran musulmanes, más alejados, por religión y por idioma, de la odiada España.
Los musulmanes aceptaron la invitación de mil amores y ahora, los 'puchis' se encuentran con que son la región españoles con más mahometanos de toda España y que desde sus guetos desprecian a los catalanes, que para ellos son españoles y cruzados (está claro que no lo son) y en especial deprecian a la mujer catalana... porque son musulmanes.
Pero me temo, querido Puchi, que ese problema, cada día más grave, no se va a arreglar obligándoles a aprender catalán.