Las cifras que ha lanzado hoy martes el Banco de España sobre la deuda pública -naturalmente, otro récord- resultan de lo más preocupante horas después de que la AIREF ya jugueteara con un 140% de deuda sobre PIB, un porcentaje que asusta un tanto. Nuestra tesis es que la próxima crisis económica será crisis de deuda.

La buena noticia es que la inflación empieza a tocar techo. Ojo, en máximos y, en dos días, doña Christine Lagarde deberá decirnos cuánto sube el precio del dinero, si 0,25 o 0,50.

Ahora bien, la moderación, en máximos, insisto, en el 8,6% en la eurozona, no es lo peor. Lo pero es el porqué de esa moderación. Y es que casi todos los análisis coinciden en que si los precios se maduran, aunque continúen en la cumbres, es por que no hay consumo, es decir, por penuria de la demanda, no de la oferta. En definitiva, que de nada nos vale que la inflación se modere un poquito si es porque la gente no consume. Eso ya no es aviso de crisis, es crisis segura. 

Y si a eso le suman lo de la deuda creciente...