Pedro Sánchez quiso preocuparse por la trayectoria académica de un niño que había acudido con sus padres a ver al presidente. La experiencia no debió de resultarle muy grata a Sánchez cuando -después de su interés por los estudios del chaval- salió abucheado del lugar. Y eso que, tal como recordó uno de los miembros de su comitiva a los allí presentes: "Habíamos acordado que no iban a gritar".