Empecemos por el fondo de la cuestión: a los que todavía nos cuesta distinguir entre evangelización -o apostolado- y proselitismo no acabamos de comprender la sutil distinción pergeñada por los dicasterios vaticanos de Cultura y de Desarrollo Humano Integral... donde, por decisión, como diría un político, unilateral y poco democrática, han concluido que la evangelización española de América no forma parte de la enseñanza de la Iglesia. 

Pues vale, pues me alegro, pero que conste que no sólo fue aprobada, sino lanzada y promocionada por varios papás y que conste que, como resultado del descubrimiento y evangelización de América por parte de España y Portugal, resulta que la mitad de los católicos del mundo tienen como lengua materna el español o el portugués. Y resulta que con Francisco de Vitoria y las leyes de Indias, nació el derecho internacional, la economía moral y las leyes de la guerra justa. 

¿A qué viene esto, monseñores? ¿Se han dado al indigenismo, mezcla de panteísmo y leyenda negra anti-española?

Volvamos al espíritu de la nota bi-dicasterial, que se justifica sobre el discurso del Papa Francisco, cuando alaba la evangelización y repudia el proselitismo. Citemos al Creador del Cuerpo Místico: "Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado", Marcos 16, 15-16. Y luego está Mateo 28, 19 : "Id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo". Al parecer Mateo y Marcos tampoco forman parte de la enseñanza católica porque, habrá que repetir, la nota no critica los excesos de algunos 'descubridores' sino el descubrimiento en sí, es decir, la evangelización de América.

Cuando los españoles llegan a América, las más eximias sociedades indígenas se dedicaban a los sacrificios humanos, el canibalismo y al pillaje. No sólo les evangelizamos: les civilizamos

Y que no me digan nuestros dicasteriales monseñores que se trata de una nota para todos: por antonomasia, el descubrimiento es el descubrimiento español de América. La nota apunta directamente al único proceso colonizador que no colonizó, dado que los territorios se convirtieron en provincias españolas. También fue el único proceso de conquista en el que la evangelización fue la clave y en la que se promulgaron toda una serie de leyes en la que la monarquía española cumplió el mandato de la Iglesia, ya expresado en el testamento de Isabel la Católica y ratificado por las leyes de Indias y la Escuela de Salamanca: los indígenas son hijos de Dios y deben ser tratados como tales. Y la prueba del nueve de la grandeza d la colonización española es el mestizaje, algo impensable en las colonizaciones inglesa, francesa u holandesa. Existe la raza hispana, no existe la raza anglo-india o anglo-norteamericana.

Pero miren por dónde: la gloria de la Iglesia y de España y Portugal, la evangelización de América, es ahora excomulgada por dos dicasterios vaticanos.  

Y ya puestos en plano 'culturiparla'. 

Y luego están los galones: que un Papa rectifique a otro Papa, pase; pero que un dicasterio vaticano contradiga a un Papa con una colección de tópicos y lo venda como cuerpo doctrinal...

¿Seguro que no existía en 1492 una cultura más elevada que otra, no era la cultura europea más elevada que la indoamericana, como afirman los monseñores de ambos dicasterios? Ya puestos, ¿tampoco existe la superioridad del maestro sobre el alumno? ¿Eliminamos la enseñanza?

¿Seguro que la España cristiana del siglo XVI, la del siglo de oro, era igualita que el imperio azteca, que se guiaba por los sacrificios humanos, el canibalismo y otras salvajadas?

En cualquier caso, oiga, ¿por qué los dicasterios se dedican ahora a pontificar sobre la historia? ¿Qué los españoles tenemos que pedir perdón por los excesos de la conquista? Pues supuesto que sí, los hubo, pero eso no quita que la cruzada del océano sea una de las glorias de España y uno de los más felices acontecimientos históricos. En especial para la cristiandad, de la que, no lo duden ni por un momento, también forman parte los dicasterios vaticanos. 

Reverendísimos: sólo faltaba ver al Vaticano azuzando la leyenda negra anti-española.