Esta semana está quedando más patente que nunca el gran fracaso de Pedro Sánchez y Teresa Ribera en materia energética. Y es que se encadenan varios días de récords consecutivos en el precio de la luz (de 291,73 euros por megavatio hora, de 302,48 euros/MWh y los 309,20 euros/MWh que se registrarán el viernes)… y no podrán cumplir con la promesa de que este año se pagará lo mismo que en 2018. Además, podría haber nuevos máximos porque el gas seguirá siendo caro los próximos meses. 

Vayamos por partes. Esta promesa de Sánchez fue matizada, cómo no, ya saben lo aficionado que es al donde dije digo, digo Diego… pasando a descontar la inflación y a hablar de promedio (pero promedio de qué, ¿similar al de las medias móviles que se usa en las pensiones?). Ribera siguió al gran jefe y señaló que “el promedio del conjunto de los hogares pagará lo mismo que en 2018”sin la inflación (claro está, que ha cerrado noviembre en el 5,5%). Pero fue un poquito más allá y remarcó que “habrá muchas familias que paguen menos, algunas que paguen lo mismo, y algunas que quizás paguen un poco más”. De hecho, un hogar medio con cuatro miembros y una potencia contratada de 3,45 kilovatios en el mercado regulado pagará como mínimo un 10% más de lo que abonóen 2018, según La Razón. ¡Vaya cara más dura la de la vicepresidenta ecológica!

Facua señala que para cumplir la promesa, un usuario medio tendría que recibir una factura en la que su compañía le devolviese 12 euros cuando finalice este mes

Y ojo, porque ya les critica hasta Rubén Sánchez, portavoz y secretario general de Facua, que les ha acusado de hacer un “juego de trileros” y de “manipular las cifras”. ¿El motivo? “La factura eléctrica de diciembre tendría que ser negativa para que el presidente Sánchez y la ministra Ribera cumpliesen su promesa de que este año los consumidores pagarán lo mismo que en 2018 una vez descontado el IPC. Así, para que se alcanzase ese objetivo, un usuario medio tendría que recibir una factura en la que su compañía le devolviese 12 euros cuando finalice este mes”, ha señalado.

En el Consejo Europeo celebrado en Bruselas tampoco se han cumplido las expectativas de Sánchez. De hecho, sólo se ha decidido que se hagan compras conjuntas de gas (algo que proponía España) en situaciones de emergencia.

Ribera abrió la puerta a más medidas fiscales, aunque eso no significaba necesariamente prorrogar las que hay ahora, y un día después, María Jesús Montero, anunciaba que se mantendrían dichas rebajas fiscales durante el primer cuatrimestre de 2022

Y por si todo esto no reflejara bastante el fracaso, no hay que olvidar que Ribera abrió la puerta a más medidas fiscales, aunque eso no significaba necesariamente prorrogar las que hay ahora, y un día después, María Jesús Montero, anunciaba que se mantendrían dichas rebajas fiscales durante el primer cuatrimestre de 2022. Es decir, la rebaja del 21% al 10% del IVA, la suspensión del impuesto de generación del 7% y la rebaja del impuesto especial eléctrico del 5,11% al 0,5%.

No hay que olvidar que Ribera se está luciendo (nunca mejor dicho) en la escalada de la luz, porque empezó echando la culpa a las empresas, pero la cosa le salió bastante mal; y después aludió a los mercados internacionales (concretamente al gas y a los derechos de emisión de CO2). Ahora no podrá cumplir la promesa de Sánchez y siguen sin replantearse el cierre progresivo de los siete reactores nucleares que producen una energía barata y que prácticamente no emite CO2

Y ojo, dentro del Gobierno hay bastante silencio de Alberto Garzón, que hace cuatro años, decía que ningún Gobierno decente debía tolerar que la luz subiera un 10%. Pues ahora lo hace un 443%, es decir, cinco veces más que hace un año, señor ministro de Consumo. 

 

A este paso, con un récord tras otro, parece que va a haber que tomar nota de que lo que aconsejaba Sánchez para salvar el planeta: apagar la luz.