- Muchos nacionalistas han convertido la independencia en un credo religioso… y no da para tanto.
- Homs será un jetas pero aún posee el sentido común que Mas ha perdido.
- En definitiva, no me preocupan los descerebrados de la CUP; me preocupa el neo-descerebrado de Artur Mas.
- Y encima, en Madrid, la centralista Soraya secciona el intento de acercamiento de Margallo a Convergencia.
- Lo peor: la descristianización de Cataluña.
Artur Mas se ha impuesto y ha impuesto a sus títeres en el nuevo
Partido Democrático de Catalunya (PDC): toda sombra de sentido común, de 'seny', ha sido borrada.
Francesc Homs, que puede ser un jetas, pero tiene mucho más
sentido común que el enloquecido Artur e intentó un
pacto Madrid-Barcelona. Pacto que hubiera sido muy positivo para España y para Cataluña y que habría roto el bloque independentista de la chifladura: CDC-ERC-Podemos-CUP, con la majadera de
Ada Colau como estrella emergente de la macedonia.
Pero lo curioso es que Artur Mas, humillado por la CUP y por ERC, sigue en su síndrome de Estocolmo, en su secuestro, muy a gustito. No pactará con el PP en ningún caso, pero continuará con la chifladura del actual Parlament.
En Madrid, el tímido intento de
Margallo ha sido fagocitado por Ciudadanos y por la centralista Soraya Sáenz de Santamaría.
Si lo piensan, es lógico: insistimos en que una parte del nacionalismo catalán ha hecho de su ideología su Dios y de la independencia su cosmovisión universal.
Ya no creen en Cristo pero creen en el 'procés'.
Y este es el drama de la sociedad catalana actual:
han abjurado de Cristo y han jurado
independencia. Y esto no es mezclar la velocidad con el tocino: ambos elementos están directamente relacionadas en el corazón de cada independentista. ¿O es que no hemos caído en la cuenta de que cuanto más independentista se vuelve un político más progre se manifiesta en 'los asuntos sociales' hasta terminar en la memez que es la
CUP, que pretende volver a la tribu? Por cierto, no tienen ni idea de que la tribu nace del clan, es decir, de la familia.
En definitiva, no me preocupan los descerebrados de la CUP. Me preocupa el
neo-descerebrado de Artur Más, el personaje que más daño le está haciendo ahora mismo a
Cataluña (a España no: ahí disputaría la medalla de oro con muy duros competidores).
En cualquier caso, se ha vuelto a cargar un posible entendimiento Madrid-Cataluña.
Otra oportunidad perdida.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com