En Sábado Santo es el momento de recordar las palabras de Chesterton en su lecho de muerte: ahora todo está claro entre la luz y la oscuridad y cada cual debe elegir
Chesterton lo dijo ahora hace 100 años y hoy un castizo diría que se ha quedo corto. Ahí va: “No tardará en proclamarse una nueva religión que, a la vez que exalte la lujuria, prohíba la fecundidad con su trinidad exultante de anticoncepción, sodomía y aborto”. G. K. Chesterton.
Y encima elevada a religión, con la trinidad que ya denunciara Chesterton hace un siglo: antoconcepción, sodomía y aborto
Por partes: una religión con lujuria pero sin fecundidad. Sexo sin concepción y concepción sin sexo. Pero encima elevada a la categoría de credo, con la trinidad que reclamaba Chesterton: anticoncepción, sodomía y aborto.
Todo muy romántico.