- Ocurrió en Pamplona y era lo lógico: los chantajistas se aprovechan de la gran mentira creada por una campaña artera.
- En este caso, los acusados luchan contra el prejuicio, que es más difícil de romper que el átomo.
Lo comenta en esta misma edición
el cronista de Hispanidad: una
mafia rumana extorsionaba a
curas en Pamplona: o pagas la mordida o te acuso de pedofilia o pederastia (teoría y práctica).
Repugnante, sí,
porque al chantajeado se le obliga a luchar contra el prejuicio, eso que, según
Einstein, es más difícil de romper que el mismísimo átomo.
Tras una campaña de alcance global,
para muchos millones de seres humanos un cura católico es un pederasta que se dedica a destrozar niños. Así que nadie va a creer falsa una acusación de pederastia o pedofilia contra un sacerdote.
¡A boda me convidan! Pensará cualquier chantajista. Y así lo hizo la mafia rumana ahora detenida.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com