- Y sobre ella se ha montado una monumental estafa.
- La llamada violencia machista nadie la defiende, pero lo que ahora existe es una violencia de Estado contra el varón y contra la familia.
- Porque la familia no es lo que produce violencia doméstica. La violencia doméstica llega cuando se destruye la familia.
- Con la exageración sobre la violencia machista la ideología de género ha conseguido enfrentar a los dos sexos.
- Y destrozar a la familia.
- Y reducir la natalidad y crear el mundo de las amazonas.
Porque
lacra sólo hay una: la gran violencia machista, oh sí. Y nuevamente por una nimiedad -junto
al animalismo y el ecologismo-, los partidos políticos españoles sólo se ponen de acuerdo para luchar contra la 'lacra',
la gran violencia terrorista del siglo XXI: el machismo. Y pobre de aquel que se atreva a decir que el emperador va desnudo.
Porque sobre la lacra de la
violencia machista se ha creado un ultra-exagerado montaje, una
monumental estafa.
Nadie defiende que un varón pegue a su pareja, pero nadie traga -salvo los idiotas y las interesadas- con que la
única violencia doméstica sea la violencia física. La violencia psíquica la ejerce la mujer y
con singular maestría. Lo que ocurre es que cuando en una pareja
falta el cariño también falta el respeto y entonces surge la guerra… y en la guerra cada sexo elije la violencia que le es más propia. Punto y final.
Lo cierto es que
con la mentira de la violencia machista, la ideología de género ha conseguido muchas cosas, por ejemplo, ha conseguido imponer el
feminismo, que empieza por el
odio a la maternidad y a la procreación (aborto y contracepción) y suele acabar en lesbianismo.
Con 'la lacra', el feminismo ha conseguido imponer todo eso y además,
leyes brutalmente antidemocráticas como la española, donde el varón es culpable mientras no se muestre lo contrario y puede ser encarcelado por la mera acusación de una mujer. Esto es lo que aplaude nuestra ministra de Sanidad de Rajoy,
Dolors Montserrat (
en la imagen), una abanderada de la
ideología de género y del
homosexualismo.
Ahora en el
Parlamento español no saben cómo darle otra vuelta de tuerca para
oprimir al varón porque ya han dado vuelta a todas. Supongo que
la próxima será castrar al maltratador, o sencillamente fusilarle. La necedad de los de 'la lacra' no conoce límites.
A lo mejor como solución contra la lacra,
incluso podríamos a valorar la familia, unidad abierta a los hijos como
solución a la lacra.
Porque la familia no es lo que produce violencia doméstica. La violencia doméstica llega cuando se destruye la familia.
¡La lacra…!
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com