- El océano de liquidez nos hundió en 2008.
- Ahora nos hundirá la sobreproducción de los emergentes, conseguida gracias a la explotación laboral.
- La de Wall Street y la de la sobreproducción china, por explotación.
- Por eso no entendemos la economía: porque la crisis de hoy no es por lo que nos falta sino por lo que nos sobra.
- Esta sobreproducción está devaluando la economía mundial.
- Es decir, está devaluando la propiedad privada en todo el planeta.
Decíamos ayer que la manufactura china está en caída libre. Pero ojo, también lo está toda la producción industrial mundial. Nuevamente, el mundo moderno se asoma ante un nuevo
tipo de crisis, por eso nos cuesta tanto entenderla. La clave es esta:
las crisis económicas actuales no vienen por carestía (por ejemplo, de alimentos), como en el pasado, sino por abundancia. No nos falta de nada, nos sobra de todo…
y eso constituye un problema terrible.
Y también nos sobra dinero. A ver:
la crisis de 2007 tiene como causa propia la sobreproducción de dinero, que aún continua,
el ya famoso océano de liquidez en el que vivimos. La crisis que ahora viene tiene su origen en los emergentes, China e India principalmente,
que se han dedicado a producir con salarios de miseria y ahora no encuentran quien les compre sus productos, porque la capacidad de compra de las familias no hace más que caer.
Porque
ambas sobreproducciones, la de mercancías y la de dinero, confluyen en un mismo y pavoroso fenómeno:
la devaluación de la economía mundial, es decir, de la propiedad privada en todo el planeta. Si hablamos de sobreproducción de dinero añadan esta otra nociva consecuencia:
el imperio de la especulación financiera sobre la economía real. Es decir, el imperio del financismo.
Y si se trata de sobreproducción, ¿
no podríamos arreglarlo con más generosidad y mejor reparto de la riqueza? Naturalmente. Eso sí, sin faltar a la justicia: sin alimentar la vagancia.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com