• Recuerden a ese sabio economista llamado Charles Dickens: la felicidad consiste en ganar 20 peniques y gastar 19.
  • Y encima, el BCE de Mario Draghi anima a los Estados, regiones y ayuntamientos a endeudarse más: tranquilos, yo os la compro.
  • Es el sino de una humanidad tan decadente que sólo sabe fabricar dinero, en lugar de fabricar productos y servicios para el bien común.
El Banco Central Europeo (BCE) que preside Mario Draghi, uno de nuestros peores ciudadanos, estudia comprar deuda de regiones y ayuntamientos, y unir estas compras a las que ya perpetra con la deuda de los estados miembros. Hay tanta deuda pública circulando por el mundo que podríamos empapelar un país enero, sino fuera porque la deuda se ha escondido en Internet, al convertirse en un apunte contable. En cualquier caso, la única deuda buena es la que no existe. El BCE no debe animar a regiones y ayuntamientos, y muchos menos Estados, a emitir deuda, porque la única deuda pública buena es la que no existe. Un mundo libre no admite la deuda porque el deudo es esclavo del acreedor, sea una familia, un ayuntamiento, una comunidad autónoma o un Estado. Y la ley económica más importante es la que emitirá uno de los más egregios economistas que viera la historia, un tal Charles Dickens (en la imagen): el secreto de la felicidad consiste en ganar 20 peniques y gastar 19. La raíz de todos los males consiste en ganar esos mismos 20 peniques y gastar 21". El porqué es sencillo: ahí es donde nace la deuda, un virus más dañino que el ébola, que corroe todo el planeta. ¿Y cuando se trata de un organismo público? Porque cuando es el particular quien debe es el acreedor -público o privado- quien le extorsiona. Sin embargo, cuando es el Gobierno quien debe, aprovecha para, encima, extorsionar al acreedor. Y por si esto no bastara, otra característica de la deuda pública es que se trasmite de generación en generación. Así, cada españolito que viene al mundo nace con una deuda de 25.000 euros. Y encima, ya sabe de dónde saca el BCE el dinero para comprar la deuda: de la máquina de hacer dinero, caja de Pandora del mundo actual, poblado por una humanidad tan decadente que sólo sabe fabricar dinero, en lugar de fabricar productos y servicios para el bien común. Eulogio López eulogio@hispanidad.com