Todavía recuerdo, y eso que hace más de 30 años, aquella expresión de un famoso periodista español, ya jubilado aunque no retirado, conocido como felipista de pro, tras escuchar el discurso feminista de dos compañeras desatadas: 

-¿A éstas quién les ha engañado?

Sí, se trataba del habitual desafuero feminista y, por tanto, feminicida, salidas de pata de banco, una descripción social bobalicona en la que la mujer es siempre víctima buena y el varón verdugo malo. 

Como este tipo de generalizaciones no resultan muy creíbles, las consecuencias son dos: el aprovechamiento espurio de los feministos -que encima son muy poco caballeros y un tanto cochinos- y el vaivén de cabeza de todo varón sensato, que calla para no darse un mal rato. Sé que no es una postura muy comprometida pero el abajo-firmante, qué quieren que les diga, como que les comprende.

Con todo, el efecto más nocivo que produce este feminismo, ya rancio, es sobre la propia mujer: porque toda mujer inteligente sabe que lo de hombre malo, mujer buena, siempre y en todo lugar, es una grandísima mentira y, si aún es más inteligente, comprende que no se puede vivir sobre un embuste y que, encima, ese feminismo bobalicón del hombre-siempre-verdugo y la mujer-siempre-víctima, que 'sólo' representa el 99% del feminismo de hoy, está provocando en el varón noble, una misoginia creciente, la misoginia propia de quien no está dispuesto a comulgar con ruedas de molino.

Incluso yo diría que el varón inteligente no odia a la mujer, entre otras cosas porque no se odia a los colectivos, mucho menos a la mitad de la humanidad, sino a las personas. Simplemente, el hombre inteligente se alejará de la mujer lo más posible y “amará cuanto ellas puedan tener de hospitalario”.

En cualquier caso, vivimos en tiempos de misoginia creciente, provocada por un feminismo estúpido y creciente. Vivimos en la batalla más estúpida de la historia de la humanidad: media humanidad contra la otra media y la consiguiente destrucción de familias.

Podría ejemplificar la tesis de la siguiente forma: ¿cuál es el primer logro del feminismo en España? La cascada de los mencionados 'feministos' aprovechones del PSOE, lo que ha dado en llamarse acoso sexual de altos cargos de don Pedro Sánchez Pérez-Castejón. Pero eso resultaría demasiado fácil... impropio de un caballero.