Durante la persecución religiosa, que los socialistas, los comunistas y los anarquistas, -mira que lo repito y sus Reverendísimas Excelencias no se enteran, siguen con el mantra de los mártires del siglo XX y los mártires de la década de los treinta- llevaron a cabo en la Guerra Civil, los sacerdotes se entregaron al martirio en oleadas
- Mariano: es el momento de vencer al separatista y de tender la mano a los catalanes.
- Con su defensa del 'Estado Español', Moncloa, ni emociona a los próximos ni enerva a los extraños.
- Soraya y Rajoy son progres de derechas, con todos los complejos de inferioridad propios del caso.
Decíamos ayer, que la banda de los cuatro no ayuda nada a unas buenas relaciones entre Madrid y Barcelona.
Y decíamos anteayer que habíamos pasado del 'España nos roba' al 'España nos odia'.
Si Rajoy pretende resucitar el patriotismo español, que es cuando gozaría del apoyo de los españoles frente al separatismo catalán,
debe hablar con naturalidad de nación española o patria española.
El problema de Soraya y de Mariano es que no son patriotas españoles porque no creen en la patria España. Con ese complejo de inferioridad,
tan propio de los progres de derechas, ambos consideran que si se definen como españoles les tildarán de franquistas.
Y así, con su defensa del 'Estado español'
no convencen ni a los propios ni a los extraños. A los propios, porque no comprenden sus razones; a los separatistas porque les hacen sentirse superiores: ellos sí creen en Cataluña mientras
su enemigo no cree en España. Y lo malo que tienen parte de razón.
Enfrente, en el secesionismo catalán se habla de que
en España hay separatistas y separadores. Y tiene razón.
Mas y Puigdemont han colocado a los catalanes ante un callejón sin salida. Este
es el momento de tender la mano. Mariano: hay que saber ganar. No tender la mano a Puigdemont, sino a los catalanes Y que se vea.
Y lo más importante de todo.
Cuidado con Cataluña. Nunca se va a independizar pero sí puede ser la mecha de una guerra civil en todo el país. En todo porque la mala uva vigente va a más.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com