Los bicicletistas, trabajo duro y digno de alabanza en un país donde millones de personas ven Masterchef pero no cocinan jamás, han obtenido su gran victoria en el Supremo. El alto, alto, muy alto tribunal acaba de dictaminar que no son autónomos sino falsos autónomos y que sus empresas deben meterles en la Seguridad Social.

A ver el Tribunal Supremo ha hecho bien: si trabajas para una sola empresa, muchas horas al día, no eres un autónomo, eres un trabajador por cuenta ajena. Esa es la ley.

Pero las leyes no siempre son justas. Algunos malpensados, sospechamos que no es casi nunca, pero dejemos eso.

La pregunta primera siempre es “¿por qué?”. Es decir, ¿por qué las Glovo, Deliveroo, etc, contratan autónomos que son falsos autónomos?

Pues la respuesta es muy sencilla: por las cuotas sociales, que en España son las más altas de Europa.

Veámoslo desde la parte del empresario, En su salario medio, la diferencia entre contratar a un trabajador o contratar a un autónomo puede ser el doble de coste. Sí, el doble, porque hay que quitar el IRPF, las cuotas que figuran en nómina y, ojo, las que no figuran y la empresa abona directamente a la Seguridad Social. Las primeras representan un 25% del total de las cuotas sociales que abona el empresario a la Seguridad Social. No llega a la cuarta parte de las cuotas que no figuran en nómina. El total es una barbaridad, más que ningún otro país europeo.

Y el trabajador también se ve beneficiado en su condición de autónomo. Cobra mayor salario líquido, el que importa, y las cuotas de los cuentapropistas parten de un mínimo (al que se acoge la mayoría) de 283.31 euros mensuales. En definitiva, muchos trabajadores, aunque rindan para una sola empresa, prefieren ser autónomos, porque pagan menos cuotas a la Seguridad Social. A cambio tendrán una pensión de miseria, no se puede poner enfermos y si quieren ganar dinero tiene que trabajar horario doble… pero sacan adelante a la familia. Total, entre los autónomos jóvenes ha cundido la especie de que no van a cobrar pensión pública porque el sistema está quebrado y la sociedad envejecida. No sé quién se lo ha podido decir.

Por tanto, la sentencia está bien y los que habían pedido ser trabajadores por cuenta ajena están felices y contentos.

¿Por qué esta empresa recurre a falsos autónomos? Pues porque las cuotas son las más altas de Europa. En algunos países europeos no hay cuotas, se financian con IVA e IRPF. En Dinamarca esa sentencia no se habría producido.

En definitiva, Glovo puede meterlos a todos en plantilla o hará lo propio: contratar menos y pagar menos a los que contrate, porque ahora el pozo sin fondo del Estado (o sea, del Gobierno) se lo llevará todo.

Y entonces, ¿no sería más sencillo reducir, o anular, las cuotas sociales?  O cambiarlas por IVA, con el que pagar las pensiones, tal y como han hecho otros países europeos. Porque les recuerdo que somos los campeones del paro gracias a unas cuotas elevadísimas… que encima tampoco dan para pagar las pensiones.

Sí la sentencia es justa, pero el mal no está en los falsos autónomos, fenómeno de lo más lógico. El mal esta en los elevadísimos impuestos laborales españoles que, por pura casualidad, resulta que es el país, con permiso de Grecia, pues Portugal ya nos ha superado, con más paro de toda Europa.

Porque claro, resulta que el empresario, con esas cuotas antes de contratar a alguien se lo piensa tres veces. Y que conste que a cualquier patrón le gusta más pagarle al trabajador para que esté contento que al pozo sin fondo del Estado. 

A lo mejor es por las cuotas… como los falsos autónomos.