• La clave de hoy es: voto en conciencia y disposición al martirio.
  • El mal se combate con el bien, no con el mal menor.
  • Si el PP es el partido que defiende a los católicos, ¿por qué no se personó contra Rita Maestre por el sacrilegio de la Complutense?
  • Tuvo que hacerlo el abogado Rafael López Diéguez acusado en el PP de ultra.
El director de La Razón, Francisco Marhuenda (en la imagen), asegura que es absurdo que un católico se plantee votar a otro partido que no sea el PP. Con cierto descaro exige el voto útil y habla del miedo que provoca Podemos. Y conste que a Marhuenda yo siempre le leo con mucho respeto. No se lo van a creer pero estas elecciones, como todas las elecciones, no son tan importantes. Aunque gane Podemos y vierta toda su ponzoña, esa serpiente venenosa disfrazada de ardilla que es Pablo Iglesias y sus chicos, la cosa no será tan importante. Porque lo que importa no es que cambie el gobierno sino que cambie la sociedad. En Hispanidad lo dijimos tiempo atrás, los primeros -ahora lo dicen muchos- en identificar a Podemos como neocom, es decir, neocomunistas, ahora conocidos como socialdemócratas y ferozmente cristófobos, como se ha visto desde el primer instante, a pesar de las alabanzas de Pablo Iglesias al Papa Francisco. Aún así, lo más grave no es que el grupo de iglesias, monederos y errejones haya llegado al parlamento y pueda llegar a La Moncloa: lo verdaderamente grave son los cinco millones de votos, el 26 de junio a lo mejor son más, que les han permitido llegar adonde han llegado. Los males nunca están en los gobiernos, siempre están en la sociedad. Y lo malo de Podemos no es su raíz marxista o su economía de Facultad de Políticas, tampoco su insufrible pedantería (bueno, a lo mejor, esto sí. O no les aguanto). No, lo malo no es Pablo Iglesias sino Rita Maestre, la que profanó una capilla enseñando las tetas -allá donde su cerebro anida- y gritando "arderéis como en el 36". Hermoso, muy hermoso. Lo peor de Podemos es su cristofobia (antes conocida como anticlericalismo) pero es que el PSOE también es anticlerical y el PP es pura tibieza. No, votar al PP empieza a ser mal mayor. En definitiva, el católico, el próximo domingo, puede votar en blanco, puede votar al izquierdista SAIN o puede votar (y con algunos reparos) en el derechista Vox. Al PP… imposible votarle en conciencia. Y es que la descristianización de la sociedad española ha llegado a ser de tal calibre que, para un católico coherente, la ecuación actual es la siguiente: La clave de hoy es: voto en conciencia y disposición al martirio. En cualquier caso, el mal se combate con el bien, no con el mal menor. Si el PP es el partido que defiende a los católicos, ¿por qué no se personó contra Rita Maestre por el sacrilegio de la Complutense? Tuvo que hacerlo el abogado Rafael López Diéguez acusado en el PP de ultra. Y consiguió retrasar la gran ola cristófoba, de odio a Cristo y a la fe, que están en ciernes. Eulogio López eulogio@hispanidad.com