Turull, Aragonés e Illa, a ver quién es el más duro, el más indepe o de a ver quién invoca el diálogo con más convicción
Ya conocen el viejo chiste del sacerdote de la Ribera Navarra que, muy compungido, se dirige a sus feligreses con la siguiente alocución:
-Estoy triste, hermanos. He sabido que somos el segundo pueblo que más blasfema de toda la Ribera.
Al fondo se oye un grito:
-Eso no puede ser: hemos de ser los primeros.
La historieta resume mejor que nada la celebración de la Diada de 2023.
Pere Aragonés, presidente de la Generalitat abre fuego: no basta con la amnistía, queremos independencia.
Junts apuesta más fuerte y Jordi Turull asegura que, si no es pactada, no renuncian a la vía unilateral.
La cosa tiene su enjundia, por cuanto Turull, ahora presunto líder de Junts, que el verdadero es el huido Puigdemont, fue condenado y posteriormente indultado por Pedro Sánchez... por acudir a la vía unilateral.
Es igual, los indepes estaban dormidos y ahora están crecidos, gracias a Pedro Sánchez y Yolanda Díaz.
Pero nada de esto importa al presidente en funciones. Necesita los votos de Junts para seguir en Moncloa y por ello asegura que actuará en el marco de la Constitución. Además, Junts y ERC nunca van a encontrar alguien tan cómodo a sus intereses como Pedro Sánchez. Ya se sabe que, según se interprete la Constitución... en la Constitución cabe todo. Y el intérprete es el Tribunal Constitucional, controlado por Pedro Sánchez y con Cándido Conde-Pumpido al frente.
¿Ven qué fácil?
Un paripé que, en el entretanto, exige el actual teatrillo de a ver quién es el más duro, el más indepe o de a ver quién invoca el diálogo con más convicción.