Sr. Director:

Define el DRAE la trinchera como «Zanja defensiva que permite disparar a cubierto del enemigo. U. t. en sent. fig. Cada uno desde su trinchera debe defender sus ideas». 

Una de las consecuencias del pacifismo que fundamenta la ideología de lo políticamente correcto, hoy dominante en Occidente, es un instintivo desagrado hacia todo lo que evoque incluso vagamente el ámbito bélico; y si no se rechaza también lo militar es porque al ejército se le considera como una multifuncional ONG humanitaria.

Esta animadversión deriva en un lógico rechazo a la terminología relacionada con la guerra; e influenciado quizás por ello, el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno Bonilla, repite últimamente que no tiene trincheras ideológicas y aconseja incluso abandonarlas. Con ello se refiere a su actitud respecto a la firma de posibles pactos con otros partidos para sacar adelante los Presupuestos de Andalucía, manifestando así que está abierto a todos, y especialmente al PSOE que, como bien sabemos, es partido que no hace otra cosa que abrir trincheras ideológicas desde que Pedro Sánchez lo dirige. 

Aunque dicen las malas lenguas que, tan pacifista y dialogante declaración del «pepero» Moreno Bonilla, pudiera deberse a carecer de ideas que merezcan ser defendidas, si exceptuamos la de seguir ocupando la presidencia del Gobierno andaluz.