
El presidente de Siria, Abu Mohamed al-Golani, está de dulce: los tontos del Occidente libre le han aceptado como presdiente de Siria.
A él, un ex-terrorista y un ex-fanático musulmán, le reciben ahora, no sólo Vladimir Putin sino también Donald Trump. Sólo los israelíes se rebelan porque aún recuerdan que su enemigo más peligroso siempre fue Siria.
Ha sido un año de persecución de cristianos y kurdos por parte de los fanáticos musulmanes que ahora mandan en Siria y a los que ahora aplaude con el marchamo democrático de un Occidente idiotizado: Estados Unidos, aquí también Trump, Rusia y la degenerada Europa.
Primer año en dictadura en Siria, con el aplauso de Occidente. De esta forma, la tiranía puede extenderse mucho más.









