Sr. Director:

El 18 de Julio de 1936 se declaró el Alzamiento Nacional; pocos días después, como un aborto, como diría San Pablo, el día 9 de Septiembre nací yo. Esa guerra fue una batalla entre Satanás y sus esbirros contra la Iglesia Católica. El odio satánico contra la Iglesia Católica, queda demostrado con los miles y miles de mártires asesinados por el mero hecho de ser católicos. Padres junto a sus hijos se alistaban para luchar contra aquellos asesinos, por amor a Dios y a España. La Victoria fue de Dios y con el sufrimiento y martirio de muchos de sus hijos. Sí, aquellos mártires con acusarán de cobardes, porque aquel triunfo que tantas vidas costó, ahora, en España, totalmente descristianizada y deshecha, gracias a nuestra cobardía y a una Iglesia en su mayoría desacralizada, los seguidores de aquella diabólica ideología, sin tirar ni un tiro, han conseguido que en España en lugar de mártires, lo que hay son apóstatas; se han apoderado de España y son los que nos gobiernan.

Por duras que parezcan algunas frases aquí escritas y recordando la vida de tantos españoles que dieron su vida por Dios y por España, me quedo corto. Si alguien se siente ofendido que me perdone, pues mi intención no es condenar a nadie, sino advertir que si somos católicos tenemos que ser coherentes y no propagar una Religión descafeinada, que en lugar de atraer a los jóvenes los aleja.