Sr. Director:

El libro del Apocalipsis al referirse a “La bestia segunda” dice---“Fuele dado infundir espíritu en la imagen de la bestia para que hablase la imagen e hiciese morir a cuantos no se postrarán ante la imagen de la bestia, e hizo que a todos, pequeños y grandes, ricos y pobres, libres y siervos, se les imprimiese una marca en la mano derecha y en la frente, y que nadie pudiese comprar o vender sino el que tuviera la marca, el nombres de la bestia o el número de su nombre. Su número es 666”  La Gobernanza Global o Nuevo Orden Mundial, llevan muchos años tratando de destruir el Cristianismo y apoderarse de la humanidad, acaparando todos los medios materiales y de comunicación, y estableciendo gobiernos títeres en las naciones, que se han sometido como siervos para no perder su situación privilegiada. Pero llevamos ya dos años con la pandemia dichosa con el apoyo impagable de muchos obispos que hasta cerraron los templos y la Divina Eucaristía que ya sufría una desacralización insoportable, se da a los fieles como si fuesen galletas.

Algún ingenuo decía que la pandemia había pasado, sólo fue un respiro, Satanás es muy astuto, no iba a decir que en verano se propagaba la epidemia, nadie lo creería, pero esa tregua, al llegar el otoño, terminó y vuelve a recrudecerse, y ya han pasado órdenes a los gobiernos títeres para que impongan la vacunación obligatoria y el ciudadano que no se someta a esta obligatoriedad, será excluido y no podrá comprar o vender, ni tan siquiera acceder a tomarse un café, porque no lleva impresa la marca de la bestia, su número es el 666. Esto que parece una alucinación, una pesadilla está ocurriendo. Ya hay obispos que exigen a los fieles para acceder al templo, que presenten el certificado de su vacunación, ¿A quién se da culto en esos templos, a Dios o a la bestia? ¿Qué porvenir nos espera? Pues según las Apariciones de la Santísima Virgen en Garabandal 1961-65, cuando la situación de la Iglesia y del mundo fuera muy grave, se produciría un Aviso que todo el mundo lo vería, lo oiría y lo sentiría. Parece ser que según revelaciones recientes de una de las videntes, Jacinta, el Aviso es ya inminente. Según manifestaron las niñas el Aviso no era el castigo que se produciría posteriormente si no había conversión, pero que muchas personas fallecerían a causa de la impresión. Como dice el Apocalipsis, “si alguno tiene oídos, que oiga. Si alguno está destinado a la cautividad, a la cautividad irá; si alguno mata por la espada, por la espada morirá. En esto está la paciencia y la fe de los santos.”