Sr. Director: El 6 de agosto se cumple el segundo aniversario de la huida de 120.000 bautizados perseguidos por el Daesh. Distintas personalidades políticas y eclesiásticas de los caldeo-asirios iraquíes han pedido a la comunidad internacional y al Gobierno de su país que garantice plenamente la seguridad de los cristianos que retornen a los territorios ocupados por el Estado Islámico en los Llanos de Nínive, una vez hayan sido reconquistados por la coalición de fuerzas que estos días se prepara para la gran ofensiva sobre Mósul. En vísperas del segundo aniversario de la pérdida de Qaraqosh y otras poblaciones próximas de mayoría cristiana y yazidí, el presidente del Partido Democrático del Kurdistán (KDP, según sus siglas inglesas), Masud Barzani, se ha comprometido a reconquistar todo el área que los islamistas radicales usurparon a los caldeo-asirios en la Llannura de Nínive, tan pronto como se desencadene la ofensiva sobre la capital iraquí del autoproclamado califato. Los líderes cristianos consideran, sin embargo, que la población no volverá si no se les proporciona garantías de que van a estar libres de nuevas agresiones. Los responsables políticos asirios coinciden en que la única fórmula política para lograr el objetivo sería fragmentar la región autónoma de Nínive para crear una provincia que funcione como una zona de seguridad. Esta semana se han manifestado en tal sentido Yonnadam Kanna, líder del Movimiento Democrático Asirio, Srood Maqdasi, de los Hijos de Mesopotamia y Romeo Hakari, responsable del Partido Democrático de Beth-Nahrain. Esta propuesta ha sido presentada ya en los parlamentos de Bagdad y Erbil. Los líderes de las iglesias locales coinciden en este aspecto. Mons. Ignatius III, Patriarca de la Iglesia sirio-católica, ha pedido recientemente que se declare la zona de la Llanura de Nínive como protectorado de Naciones Unidas, en un periodo no inferior a 10 años. Por su parte, el Patriarca caldeo-católico, Mons. Luis Sako, también ha sugerido crear varias zonas de seguridad para el paraguas de un estado federal que permita vivir en paz y libres de discriminaciones a todos los iraquíes. Las autoridades políticas estiman a día de hoy que más de la mitad de los caldeos-asirios que viven en el país, están pensando en dejar Irak para siempre. Según las estimaciones de la Iglesia local a través de Ayuda a la Iglesia Necesitada (AIN), el número de cristianos que aún viven en Irak y que han sobrevivido a las persecuciones sistemáticas no es superior a 300.000. Mientras los partidos políticos asirios han creado nuevas milicias de autodefensa, la máxima autoridad de la iglesia católico caldea, Mons. Luis Sako, ha reiterado que no se arme a los cristianos y que se desaliente cualquier espíritu de cruzada. Privados de sus hogares y desposeídos de cuanto tenían, los cristianos han vivido hasta la fecha de la caridad de las iglesias y las organizaciones no gubernamentales que operan en la zona. Tal es el caso de Ayuda a la Iglesia Necesitada, que en el año 2015 ha destinado a este fin más de 10,5 millones de euros a proyectos de emergencia y ayuda pastoral. Desde la instituación siguen apoyando de forma prioritaria a la comunidad cristiana en Irak. Raquel Martín (Ayuda a la Iglesia Necesitada, AIN)