Sr. Director:
Durante algún tiempo estuve describiendo los muchos disparates de la alcaldesa de Madrid, esa que nos impuso el PSOE de Pedro Sánchez, que no ganó las elecciones municipales, pero los ya conocidos “trapicheos” de este señor, nos llevó a la desgracia de tener que soportarla y sufrir sus muchos desmanes, el desencanto de nuestra ciudad y, sobre todo, el ataque a nuestros valores y costumbres.
Son notables sus muchas ocurrencias disparatadas; los propósitos de la casta y su ofuscación por el sexo. Recuerdo aquello de “un día sin bañador en las piscinas municipales”, y la exposición de coños y la sangre de la menstruación, en el propio Ayuntamiento. Además de a todos los madrileños, le tiene una animadversión especial a los católicos y sus costumbres; de ahí su preocupación por ir eliminando los belenes y las carrozas con los motivos propios de los Reyes Magos en la Cabalgata de enero.
Nuestra estrambótica abuelita tiene mucha imaginación y llegó a pensar en establecer los jurados vecinales, una especie de plan soviets mediante el que mi vecino me pueda juzgar y denunciar a mí y, claro, luego yo haga lo propio con él; esta idea con la peor de las intenciones de enfrentarnos a unos contra otros.
Fueron muy características sus ideas para lograr la limpieza de Madrid; a los niños los ponía a recoger colillas, a las madres a limpiar los colegios y a los jóvenes a retirar la suciedad que apareciera por las calles. De chiste es ver a los peatones caminar por las calles de Madrid en dirección única; solo faltaba hacerlo en fila india. Ya está claro cuál es su intención al reducir el tráfico rodado en la Gran Vía y ampliar sus aceras: aumentar la superficie destinada a los manteros.
Es todo un desastre de alcaldesa, y no merece la pena reflejar aquí toda su nefasta actuación. Es de sobra conocida por los madrileños. De ahí que se hayan pronunciado muchas voces pidiendo que los madrileños recuperemos el gobierno de nuestro Ayuntamiento, usurpado por el PSOE de Pedro Sánchez (al que han pillado copiando y mintiendo) a favor de Manuela Carmena.
Ahora nos amenaza con presentarse a las próximas elecciones; naturalmente no las ganará, pero volverá a ser alcaldesa si los votantes del PSOE de Sánchez no despiertan y se enteran de que sus votos se los regalará a esta señora.