Preparativos para el rescate de Julen en Totalán
Sr. Director:
Con independencia de que haya en este país, según las informaciones periodísticas, más de un millón de pozos ilegales, habría que preguntarse, por simple higiene mental, lo siguiente:
“Si la propia Administración en sus tres caras municipal, autonómica y estatal no quiere controlar ni a los poceros (como propietarios de las perforadoras mediante horómetros y facturación, al igual que los camiones) ni a los propietarios de los terrenos (mediante la propia guardia municipal de los términos o las brigadas autonómicas, como los bomberos, e inclusive la Guardia Civil estatal con ramificaciones como el Seprona) ¿de qué nos extrañamos o quejamos amargamente ahora?”.
Este es el resultado de la desidia administrativa y del mal trabajo del funcionariado “puesto a dedo” de forma partidista que siempre termina perjudicando a los propios administrados, al margen de que para mayor escarnio la Administración y sus funcionarios se nutren de los impuestos que pagan los administrados.
Referente al rescate, lo primero que se echa en falta es un juicio médico que defina las posibilidades de supervivencia existentes para un cuerpo de 15/20kg de masa que cae al menos 70m de altura rozando o rebotando dentro de un cilindro imperfecto de 25cm de diámetro. También este juicio debe de aportar conocimiento sobre la anoxia derivada del contenido de oxígeno que puede contemplarse en un taladro de 100m de profundidad sin renovación de aire, y sobre la hipotermia, fenómeno que de hecho tanto preocupa a la masa periodística en los migrantes que caen en las aguas del Mediterráneo (que por cierto no es el Atlántico Norte) Para este asunto los geólogos, que no los ingenieros, deben de aportar sus conocimientos, de los que tanto alardean en el campo geotérmico, para asegurar sin margen de error la temperatura media del taladro sin ventilación ni nivel freático a 100m de profundidad. Aporto lo del agua, porque de existir, el cuerpo caído sería, a los 3 minutos, el cadáver de un ahogado.
Resuelto, con todas estas aportaciones, el dilema médico de la posibilidad de vida podremos acometer con mas o menos diligencia y profesionalidad el del rescate de una persona o el de un cadáver. Siempre quedará (como se confirma alguna vez con lógica técnica “ a posteriori”) la excepcionalidad y/o el milagro. Si bien la primera queda limitada por la medicina y la técnica, la segunda entra de lleno en el terreno divino para el que la mente humana no está preparada.
Una vez dilucidado lo anterior por la ética medico-técnica, traspasado el umbral de la máxima de las esperanzas, lo que se trata de recuperar con la mayor dignidad posible es un cadáver.
Mientras nos encontramos en el umbral de la esperanza lógico-científica el deber de la sociedad es disponer de los medios técnicos u humanos mejores, mas preparados y mas experimentados para proceder a la recuperación de una vida. Nadie en una UCI hospitalaria se propone mantener con vida un cuerpo si su temperatura basal ha descendido de los 25º. Recordemos las imágenes que los periodistas nos sirven en verano de los migrantes que caen al Mediterráneo, abrigados con mantas térmicas, después de haber estado sumergidos en agua a 25º de temperatura.
Por nuestras pantallas de TV, en todos los canales y en todos los informativos, hasta con programas especiales han desfilado una proterva de guardias civiles, bomberos, poceros, geólogos, ingenieros de minas y de caminos, etc… en una clara demostración de inanidad mental y de postureo frente a “alcachofas informativas” de multitud de periodistas, (¡Dios, qué profesión para la que se necesitan 5 años de ¿formación?!), diciendo siempre lo mismo, pautado y políticamente correcto, con el denominador común de no entender ni “papa” de lo que como papagayos repetían con un vocabulario técnica y lingüísticamente incomprensible. Eso sí, con mucho Power Point y poca lógica que es la base profesional de cualquier técnico. Lo que los pintores y escritores de nuestro Siglo de Oro denominaban un “engañabobos” que entra por los sentidos pero es irreal o falso.
Un pozo en un cerro. ¿quién puede pensar observando simplemente los taludes o pendientes de dicha zona serrana que su matriz o interior no es rocoso?. Máxime cuando la prueba del delito es el propio pozo realizado sin sostenimiento o entubación, a rotopercusión, y que resultó estable durante semanas hasta los 100m de profundidad.
Como colofón de todo lo expresado en párrafos anteriores deduzco que se hace todo sin pensar o sin conocer el cómo y el para qué como mas adelante se demuestra.
Se lleva una máquina de pilotaje sobre camión, propiedad de EXPOA, (modelo Mait 160 de 16.000mkg de par cuando está nueva y perfecta) y nadie piensa o asimila que este tipo de perforadoras están pensadas para trabajos de cimentación, denominados pilotes, que se realizan cuando por la “blandura” del terreno no pueden realizarse zapatas. Como esta no vale, ¡lo que era una evidencia!, cabe preguntarse ¿para qué se traslada al lugar de los hechos? Luego aparece una “hermana mayor” de la misma que se traslada con todo el “bombo y platillo” de los intervinientes desde Madrid aduciendo relatos que sonrojarían al mas incauto del mundo de las cimentaciones especiales : “la mayor tuneladora existente en España” y demás veleidades. Esta “hermana mayor” de Mait es el modelo 260 de 26.000mk de par y pesa 70t. Existían que el firmante sepa en España, a día de autos, al menos SEIS perforadoras el DOBLE de potentes que la citada Mait 260 de la firma comercial CIMENTALIA (ya que ese no es su nombre societario sino entre varios con los que factura existe el de Tefesán y otros). Dichas perforadoras son de menor a mayor las Soilmec SR-90, las Liebherr LB36 y las tres Bauer BG 36 (estas últimas con un peso total de 130t y 36.000mkg de par más empuje concomitante de 40t a 9rpm, lo que da una tensión de corte en el diente de ataque de mas del doble que la citada Mait 260). Por cierto hay kellys telescópicos en España de 54m y de 75m en Alemania para estas máquinas.
Se dirá que el tiempo de traslado y el del montaje será superior en estas máquinas mas potentes. Cierto en el montaje. Pero ¿que importan 6 horas? si su velocidad de perforación en un diámetro mayor (hasta 1,80m) es el doble y al ser mas potentes no tienen la mínima desviación cuando perforan. Desde mi experiencia, que no es poca en este mundo de los pilotes pues abarca desde 1972, un taladro de 1,50m con una verticalidad menor del 0,5% de 70m de profundidad se habría perforado en estos terrenos (pizarras, argilitas y cuarcitas) en alrededor de 30 horas (< 1,5 días). Añadiendo a este tiempo el túnel minero nos situaríamos en 3-4 días completos, a los que se añadiría el montaje del equipo y el razonable tiempo de transporte con lo que se llegaría fácilmente a una estimación de alrededor de 5 días para llegar al objetivo.
Con esta previsión, los médicos tendrían que comprometerse a las posibilidades reales de vida del niño caído. La fe y la esperanza son virtudes teologales que, junto con la caridad, no entran en su terreno ni tampoco en el nuestro de técnicos.
Aunque a la vista de lo acontecido y de las últimas intervenciones del “cabecilla” de la tropa que llevaba la voz cantante dentro de la misma como ingeniero experto ahora se nos dice que el rescate ha costado alrededor de DOS MILLONES de euros; es decir la técnica se ha teologizado aplicando la máxima de que “la caridad empieza por uno mismo”. Lo que se suponía era una demostración total de solidaridad no interesada para lograr sacar al principio un niño con vida y rescatar posteriormente un cadáver, se ha vuelto en un negocio por administración donde cada interviniente al final pasará su factura del tiempo, que no del éxito, empleado, no por unidad de obra realizada sino por hora de tiempo empleada.
Es decir, al final, como todos los espectáculos de pan y circo romanos que contentaban a la plebe, se ha pagado, y es de temer que muy onerosamente y sin riesgo alguno para los intervinientes, con el dinero del mismo pueblo que ha asistido entre atónito unas veces, agradecido otras a ciertos profesionales como los mineros y siempre interesado, a un serial cuyo final era fácil de deducir aplicando un mínimo de lógica.
Es de esperar que se publique por el mundo periodístico con la misma intensidad que la noticia durante casi dos semanas, toda la información económica que lleva a decir al responsable o director de este “entuerto” que su coste ha sido de alrededor de DOS millones de euros. Si ha sido de aportaciones generosas sin contrapartidas, para agradecérselo a los generosos y limpios de corazón, y en caso contrario para conocer a los favorecidos en este circo que se han enriquecido, sin riesgo, con la muerte de un niño.