El problema de Biden no es su edad, aunque sean muchos los chistes sobre su desorientación. El problema de Biden es su incoherencia. Un católico partidario entusiasta del aborto, de la transexualidad y de los actos homosexuales, es antes que nada, un incoherente
Recuerden cómo empezó la guerra Ucrania. Moscú reunía tropas en las frontera con Ucrania mientras Occidente llamaba al diálogo, naturalmente. Putin entró en Ucrania y Joe Biden, una vez iniciada la guerra aseguró que ningún soldado norteamericano entraría en Ucrania para no iniciar la III Guerra Mundial.
Putin ya ha puesto a prueba a Occidente y ganó. Pekín podría hacer lo mismo.