La entrevista se la hizo en su día Susanna Griso a Begoña Gómez, cuando Sánchez era el candidato del PSOE a la presidencia, pero es interesante recordarlo, porque si ya entonces la mujer del ahora presidente estaba orgullosa no podemos imaginarnos cómo estará actualmente al compartir su vida con el hombre que pasará a la Historia... por, pongamos, exhumar a Franco.

La primera dama desvelaba que Sánchez es un hombre romántico y detallista, que escribe cartas de amor -no se confundan, no a sí mismo- y que incluso "si te ve como un poco agobiada por el trabajo y demás, propone salir a cenar o te prepara un momento especial".

A pesar de los piropos que recibe el presidente por ser guapo o, sexy como él se define, Begoña no es celosa. Ella es una mujer segura de sí misma, tanto que ha llegado a dirigir una cátedra: la Cátedra de Transformación Social Competitiva -ergo es 'catedrática' por obra y gracia de su señor esposo, que no por aprobar una oposición (ni siquiera posee una licenciatura)-, creada por la Universidad Complutense de Madrid -la universidad pública más grande de España, financiada con fondos públicos-, la Fundación la Caixa y Reale Seguros. 

Pero, volvamos a su vida con Pedro Sánchez: cuando la presentadora Susanna Griso le enumera las virtudes de su señor esposo; romántico, detallista, guapo, no puede evitar preguntarle si es que tiene algún defecto. A lo que Gómez responde que, sí, por supuesto, su atención excesiva al móvil. Pero es el propio Sánchez el que explica que si es adicto al celular es por las "servidumbres de este tipo de responsabilidades" en alusión, entendemos, a sus muchos quehaceres para con la ciudadanía. Pues bien, al final de la entrevista Griso les pregunta al matrimonio Sánchez-Gómez qué les resulta más difícil de llevar, las discusiones en su trabajo o en su vida privada. Pedro responde que lo segundo, porque es "más emocional" y concluye que si discute con alguna de sus hijas o con su mujer le afecta mucho pero, que es un hombre capaz de no llevarse las cosas del trabajo a casa. Ahora entendemos que Pedro pudiera dormir tranquilo teniendo como socio de coalición a Pablo Iglesias