Si quieren saber por qué las cosas no marchan no dejen de leer el informe de Cristina Martín que ayer publicara Hispanidad: cada año se consumen en España unas 700.000 píldoras poscoitales, potencialmente abortivas (y los nuevos modelos mucho más). No sólo matan gente sino que, además, las PDD suponen el instrumento más eficaz para pervertir a la mujer desde la adolescencia y, de paso, para vaciarlas como personas. Y de paso, el principal fabricante de PDD, Bayer, se forra con el matadero y la degeneración. Y se las dan gratis los poderes públicos. A lo mejor es un derecho de segunda generación. Podríamos titularlo así: fornicar, que no engendrar. Hispanidad redaccion@hispanidad.com