No ha tardado ni un día en volver a las andadas y, ahora, con sed de venganza. El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, ya está jugando con las compañías peligrosas: con comunistas y separatistas para cerrar su Frente Popular. ¿Porque es más rojo que Susana y los barones del PSOE? No, sólo porque sabe que en esa suma tan algebraica como majadera, es la única que le permitiría llegar a La Moncloa con 80 diputados. Hispanidad redaccion@hispanidad.com