El Gobierno quiere lavarles el cerebro a los bebés de 0 a 3 años para contribuir: a su “autonomía personal y que elaboren una imagen de sí mismos positiva, equilibrada e igualitaria, libre de estereotipos sexistas o discriminatorios”
Si de mayor me entero que mis progenitores me utilizaron como bebé medicamento, me convierto en parricida.
Y si de mayor me entero que mi madre utilizó un vientre de alquiler a lo mejor me voy con la arrendataria.
Eso sí, no podría enfadarme si de embrión me utilizaron como cobaya de laboratorio porque entonces no existiría.
A lo mejor estamos llegando demasiado lejos en la utilización de personas no nacidas -es decir, las más inocentes y más indefensas- como instrumentos. Aunque sea para algo bueno, oiga usted.
Además no olviden que tener hijos no es un derecho. En tal caso, es un deber generado. Y matar hijos es una salvajada.
Hispanidad
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