Los responsables del equipo médico de la Asociación de la Prensa de Madrid (APM), así como los que se encargan de atender a la canallesca en la clínica de la Concepción, están asombradísimos del sumiso silencio de la prensa, tras desaparecer este tradicional seguro médico de la profesión. Los afectados son los periodistas pero no se ha publicado ninguna crítica en los medios. La historia es muy breve: una gran idea de Ciudadanos, apoyada con entusiasmo por el PSOE y Podemos: los algo menos de 4 millones de euros con los que se financiaba ese servicio se le quitan a los periodistas para dedicarlos a servicios dentales de economías menos favorecidas. No sé quién les habrá dicho que los periodistas pertenecemos a la clase media o media alta pero es que, además, estamos seguros de que no se destinarán a tan filantrópico fin aludido. Entre otras cosas, porque los servicios dentales para inmigrantes y otras economías impecunes ya lo tienen presupuestado en casi todos los ayuntamientos madrileños. Pues bien, ni una palabra de protesta, quizás porque los periodistas siempre se callan cuando los afectados son ellos, ya sean en materia sanitaria, laboral, educativa o lo que sea. Y no se crean, el daño, sobre todo en periodistas mayores, ha sido grande. Y el daño para el bolsillo, también. Y los médicos están asombradísimos por nuestro silencio. ¡Grande eres, Albert Rivera, menudo chandrío has armado! Hispanidad redaccion@hispanidad.com