Zaida Muxí y Sandra Sabatés
Sandra Sabatés entrevista en Mujer tenía que ser de El Intermedio a la arquitecta Zaida Muxí, una de las promotoras del denominado 'Habitar el presente', que tiene como objetivo humanizar los espacios en los que vivimos. La arquitecta también es autora de 'Mujeres, casas y ciudades', un libro en el que rescata del olvido muchas aportaciones que las mujeres han hecho al mundo de la arquitectura y donde reivindica la necesidad de aplicar una mirada de género en los diseños urbanísticos.
Muxí es otra de las convencidas de que las ciudades están diseñadas por y para los hombres. El diseño urbanístico no piensa en las mujeres, que se sienten inseguras cuando vuelven a casa por calles no demasiado iluminadas. o tienen que vigilar fijándose en los cristales de los escaparates por si alguien las sigue.
Por eso, según la arquitecta el diseño urbanístico tendría que plantear aceras más iluminadas y procurar que haya gente diversa en las calles desarrollando actividades diversas.
Y, respecto al diseño de las viviendas, tampoco hay que olvidarlo. Según Muxí el espacio "nos manda mensajes". Se refiere a las habitaciones de una casa -nada que ver con los ovnis- porque según la arquitecta si una casa se distribuye en habitaciones de, por ejemplo, 8 metros cuadrados una, 12 metros cuadrados otra, etc. de ahí se desprenden mensajes de igualdad e importancia, se establecen jerarquías por un "precondicionamiento de los usos en función de la superficie de los espacios. Muxí defiende que debería existir un todo en la casa y que la familia se reparta como quiera. Y así, el que más espabilado esté, conseguirá el espacio más amplio. Algo así.
Por último, la entrevistada de Sandra Sabatés habla -y le cuesta hasta decir la palabra- de plurifunción en los barrios de las ciudades. Que es algo tan sencillo como eso de que a todos nos gustaría tener las cosas más cerca, pero Muxí lo justifica en que si tenemos los servicios principales más cerca, evitaremos desplazamientos cotidias ineficientes.
Para despedirse, un deseo de Muxí: "que lo que diga resuene y haga que la gente se haga preguntas"... Seguro que sí.