Álvaro Nadal, mucho hablar y poco hacer
Además de contarnos la anécdota de su madre, a la que una eléctrica pretendía cobrare tarifa fija (¿eso es malo?), Álvaro Nadal (en la imagen) no ha hecho nada.
Su anhelada comparecencia en el Congreso sirvió para decir que mantendrá los peajes (la parte donde puede intervenir, congelados, hasta la próxima década).
Y que vigilará a las empresas, aunque saben que sólo la demagogia de Ciudadanos y de la izquierda pueden centrar ahí el problema.
Álvaro Nadal, que quería presidir Iberdrola, no aportó nada. Podía haber dicho que España apuesta por la energía nuclear, alargando la vida de las centrales y dando pábulo a otras nuevas, además de acelerar el cementerio nuclear. No lo hizo.
Podía haber dicho que preparaba una nueva reforma para reducir las subvenciones a las renovables (ya saben, esas subvenciones de la que se beneficia la Triple A: ACS, Acciona y Abengoa, pobres menesterosos) que son grandes empresas eléctricas. Sí, tras la reforma Soria (un buen ministro de Energía) han pasado de costar 9.000 millones de euros a 6.700 anuales pero sigue siendo lo que hace subir el precio de la luz y, por tanto, lo que pagamos entre todos. No lo hizo.
Simplemente, Nadal aseguró que cuando llueve escampa. Y es una gran verdad porque los precios de la electricidad bajarán en cuanto llueva un poco, pero esperábamos algo más del gran maestro.
Hispanidad
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