Colau, siempre tan oportuna: reduce aún más el acceso de vehículos al centro de Barcelona
Nos solidarizamos con ellas. Tanto Cristina Almeida como Ada Colau quieren poder caminar tranquilas. Sin piropos, sin acosos, sin micromachismos vigilando sus pasos.
Así lo ha explicado la alcaldesa de Barcelona en una entrevista a El Periódico con motivo del 8-M. En ella ha manifestado que se ha sentido acosada muchas veces, que ha sentido miedo al volver a casa sola y de noche y que siempre que ha sido testigo de una situación de acoso a mujeres, si ha podido, ha ayudado a la víctima. Ada es una mujer solidaria.
Pero si alguna vez ha denunciado tales situaciones no ha sido desde la represión, sino desde la reflexión, intentando, simple y noblemente, que hombres y mujeres vivamos en un mundo mejor.
Sobre los piropos, un tema tan de moda en los últimos días, Colau ha dicho que depende del piropo: “si una persona a la que le doy confianza me dice cosas bonitas, me encanta. Pero si un hombre, por el hecho de ser mujer se permite decirme algo -tanto positivo, como negativo-, sencillamente, está fuera de lugar”.
Gracias a esta entrevista hemos sabido también que a Colau le gusta la gente amable, todos, hombres y mujeres: “si por ejemplo, voy andando coja, porque me duele la rodilla, si he estado embarazada y me abren una puerta o me ceden un sitio, me parece lógico… pero si veo paternalismos u otras actitudes no justificadas por el hecho de ser mujer, eso no me gusta”.
Otra de las reflexiones que nos ha brindado Colau es que, por ejemplo, a la hora de comprar juguetes para niños o niñas ella tiene muy presente “no reproducir la mirada sesgada de género porque en un mundo machista, aunque seamos feministas, el machismo nos atraviesa a todas cada día”.
Pero Ada tiene esperanza en que el movimiento feminista siga avanzando para logar una sociedad más democrática, igualitaria y feliz, pero no solo para las mujeres, también para los hombres.
Y, siempre muy realista, la alcaldesa es también optimista porque es muy optimista de que tiene suerte: “soy una mujer blanca, con papeles y privilegiada” frente a muchas mujeres “racializadas, precarizadas, explotadas o que sufren algún tipo de discapacidad.