Francia y Reino Unido ya han advertido de la presencia de yihadistas entre los afganos huidos y acogidos en Europa. En Francia, el lunes detuvieron a un afgano sospechoso por sus vínculos con los talibanes, y en Reino Unido han detectado a seis sospechosos terroristas entre los evacuados y otro cuatro fueron detectados en el aeropuerto de Kabul cuando se disponían tomar un vuelo hacia el país.

No hay que ser muy mal pensado para imaginar que lo mismo que ha sucedido en Francia y Reino Unido puede suceder en España. Sorprende, por eso, el silencio del Gobierno, más preocupado -y ocupado- en mejorar las encuestas que en garantizar la seguridad de los españoles.

Porque hay que ser generosos, ciertamente, pero no ingenuos. El Gobierno debería vigilar muy bien quién entra en nuestro país y a los sospechosos ponerlos en ‘cuarentena’ hasta no aclarar su condición. Solo Vox lo ha dicho, lo que no deja de sorprender, porque es algo de sentido común y la primera obligación de cualquier gobierno: garantizar la seguridad de sus paisanos.

Vigilar a quién traemos por un lado y, por el otro, no debemos chuparnos los dedos respecto al resto de Europa, que el martes admitió no tener ningún plan para los refugiados. Sánchez ha vendido Torrejón como puerta de entrada de refugiados afganos a Europa, pero mucho me temo que la gran mayoría de ellos se acabarán quedando en nuestro país, no porque quieran sino porque Alemania, Francia, Italia, etc. no los acogerán con el pretexto de la falta de consenso europeo. No sería la primera vez que sucede, y siempre pagan los mismos: los españoles.

¿Por qué los países más cercanos a Afganistán no acogen a los refugiados? ¿No debería Europa exigirles que hicieran un esfuerzo?