SEAT perdió 187 millones de euros en 2009, a pesar de los beneficios de 44 millones de euros del año anterior. La caída del 16% del mercado español, llevó a la filial de Volkswagen a los números rojos, según explicó este miércoles James Muir, presidente de SEAT.
En el fondo del mensaje de Muir se deja entrever que la mala marcha de la compañía, especialmente en España, puede acabar obligando al cierre. Sin embargo, una filial no puede ir bien cuando la matriz está más interesada en cerrarla que en impulsarla. El Grupo Volkswagen continúa ralentizando la investigación de nuevos modelos para SEAT. Al mismo tiempo, no pone toda la carne en el asador para vender, por ejemplo, el Ibiza en Alemania, donde era el modelo más vendido del mercado germano.