Un grupo de profesores e investigadores universitarios, de la Universidad Complutense, ha hecho pública una Carta que muestra el trasfondo de la actual convulsión en ese ámbito.
Por lo que he podido saber del documento, la Asociación Universitas describe una situación en la que con frecuencia los estudiantes no se muestran como son, porque en clase se les ridiculiza. En ocasiones, insiste este grupo de profesores, "se les califica como fascistas por disentir del pensamiento dominante y por afirmar su identidad. Se convocan actos o conferencias que son boicoteados. Se están lesionando derechos fundamentales". Sin duda se trata de una universidad que tiene poco de universitas.
Y es que en los últimos tiempos asistimos en varias Universidades a una profunda contradicción. El lugar por excelencia de la búsqueda de la verdad, del libre ejercicio de la razón y de la necesaria comunidad en pos del progreso solidario se está convirtiendo en espacio de violencia, de imperio de los prejuicios ideológicos y de insolidaridad.
La Asociación Universitas reclama de las autoridades una acción positiva que fomente y proteja el ejercicio efectivo de las libertades, en especial de la libertad religiosa y de la libertad de expresión. Principios mínimos en una universidad que siempre aspiró a lo máximo. ¿Dónde queda la universalidad de la Universitas?
Suso do Madrid