"No os matamos porque hayáis hecho nada malo sino por lo que representáis". Ésa es la terrible frase que refleja la irracional justificación que les dieron los milicianos anarquistas a los seminaristas de Barbastro y que queda reflejada en Un Dios prohibido. Esta película recuerda un trágico hecho histórico: el martirio de 51 claretianos a comienzo de la Guerra Civil Española.
Porque este ponderado y magnífico drama de Pablo Moreno recuerda, paso a paso, el asalto a la comunidad claretiana de la localidad oscense de Barbastro cometida el 20 de julio de 1936 y las últimas semanas de vida de esos religiosos, 39 de ellos estudiantes. Precisamente sobre estos jóvenes, casi niños, aspirantes a sacerdotes, los carceleros ejercieron más presión para que apostasen, para que renunciaran a su fe, llegando incluso a introducir en su encierro a prostitutas para que los tentaran…
Un Dios prohibido, a pesar de contar con un modesto presupuesto, cuenta con una puesta en escena muy digna y un reparto coral repleto de actores noveles que funciona a la perfección, a lo que hay que sumar un acertado guión repleto de diálogos profundos que consigue lo que pretende: dar un testimonio de Amor a Dios y Perdón al enemigo.
Un Dios prohibido es, sin duda, la película mejor y más emocionante que se ha hecho en nuestro país sobre martirio, sobre odio a la fe, un drama imprescindible para todos aquellos que quieran recuperar esa "memoria histórica" del sufrimiento de la Iglesia en la Guerra Civil y que nunca, hasta ahora, había sido reflejado en el cine español desde el comienzo de la Democracia.
Eso sí, la película sólo se va a exhibir en 26 salas de toda España y supone una oportunidad única de comprender por qué fueron beatificados los mártires de Barbastro por el Papa Juan Pablo II el 25 de octubre de 1992.
Para: Los que quieran ver una magnífica película, imprescindible para cualquier creyente católico