Sr. Director:

No es una buena noticia la transferencia a las autonomías de cercanías de RENFE.

En Cataluña tendremos trenes gestionados por dos administraciones distintas -Generalitat y Gobierno central- compartiendo las mismas vías, lo que añadirá dificultades logísticas de coordinación y restará eficiencia.

Si ahora ya es complicado gestionar todo el tráfico ferroviario de cercanías, regionales, larga distancia y mercancías con un único gestor, todavía más complicado será si pasan a depender de dos gestores y dos administraciones diferentes. Además en caso de fallos y averías se multiplicarán las acusaciones entre unos y otros sobre si el culpable es un tren de cercanías o un regional, si la culpa la tiene una administración u otra.

Al final, trocear RENFE sólo traerá el aumento del coste y la burocracia con la creación de nuevas estructuras autonómicas, mayor conflictividad entre administraciones, dificultades prácticas de gestión y un peor servicio al usuario.

Juan Sánchez Manrubia

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