Cebrián engatusa a los Polanco: no es una buena operación para la familia.
El jueves, tampoco puede esperar más, Julio Segura presidente de la CNMV deberá decidir si acepta la operación según la cual un grupo de fondos norteamericanos, liderado por Liberty Acquisition Holdings Corporation (LAHC) que utilizan el sistema Special Purpose Acquisition Corporation (SPAC). Para explicarlo en pocas palabras, se trata de evitar la operación que explicado mejor que nadie Gonzalo Gartéiz en Capital Madrid.
Ahora bien, tiene razón PRISA cuando asegura que dado que los inversores son muchos, aunque coordinados por un mismo gestor, no tienen necesidad de lanzar una OPA, algo exigible a quien adquiere más del 30% del capital de firma.
Ahora bien, la compra se realiza con un descuento del 30%, y ahí sí que PRISA quiere bula: que le eximan de ofrecer el mismo derecho a cualquier accionista de la firma.
Por lo demás, el consejero delegado, Juan Luis Cebrián, sigue engatusando a la familia Polanco y a los Pérez González. Su participación va a reducirse al 30% aunque les promete que mantendrán el poder político, la gestión, y que los nuevos ni tan siquiera entrarán en el consejo. El engaño es doble: por de pronto, siempre que alguien posee derechos económicos -y éstos se muestran escasos- acaba solicitando peores políticos o cambios en la gestión. Además, con toda esta movida PRISA obtendrá algo más de 900 millones de dólares, cuando su deuda, y tras las últimas ventas realizadas, se elevaban al cierre de 2009 a 4.850 millones de euros (aunque no hay problema, cuando venza Cebrián volverá a retar a la banca a que les embarguen y ésta acabará por condonarle lo necesario).
En cualquier caso, Cebrián ha convencido a los Polanco de no seguir el camino lógico: vender activos rentables, como la editorial Santillana, con lo que hubieran obtenido mucho más dinero para reducir deuda. Eso sí, no serían nominalmente más grandes.
De esta forma, El Ceo de PRISA aboca a los Polanco y a Pancho Pérez a continuar con una subsistencia que sólo puede calificarse como chantaje (Santander, Banesto, Caixa y Caja Madrid, HSBC y BNP le acaban de prorrogar el crédito de 1.950 millones de euros y sin coste, hasta 2013). Eso sí, seguirán siendo los años de El País, la SER, Cuatro (cada vez más compartida con Berlusconi), Santillana, etc. Y seguirán, cada vez más, en manos de Cebrián. Como los bancos, que sufren síndrome de Estocolmo.
Eso sí, el jueves podemos saber si la CNMV y su presidente, Julio Segura, se atreven a exigir a Cebrián que el descuento que ofrece a los norteamericanos se lo debe ofrecer en paridad de estima, a los pequeños accionistas.
Miriam Prat
miriam@hispanidad.com