Ya no sueña con ser presidente de Repsol pero considera que la llegada del PP al poder juega a su favor

 

Y en el Consejo de Sacyr, nada nuevo bajo el sol. México se levanta contra el colonialismo español.

Algunos maliciosos consideran que el ministro de Industria, Miguel Sebastián, una vez superado su periodo de incompatibilidad, acabará trabajando para Sacyr. Lo dicen por su apoyo a la operación entre la constructora de Luis del Rivero y la mexicana PEMEX para controlar Repsol y expulsar a Antonio Brufau.

En el Consejo de Administración de Sacyr, celebrado el viernes, no pasó nada. Demetrio Carceller volvió a pedir que se solucione el asunto de la deuda pero no cuenta con el apoyo explícito de las cuatro cajas de ahorros que poseen el 15% del capital, y que esperan a ver qué ocurre. Además, en México, se ha desatado un todos a una contra el colonialismo español y eso le da alas. Por su parte, sabe que los bancos se lo van a poner más difícil en la refinanciación de la deuda de 5.000 millones de euros pero que acabará refinanciando.

En resumen, aunque todos piensan que el tiempo juega a favor de Brufau, Del Rivero piensa lo contrario: que la llegada del PP al poder le beneficiará. Sabe que Mariano Rajoy no quiere saber nada pero también sabe que lo probable es que un nuevo gobierno opte por la solución salomónica de cortarle las alas al primer accionista y también al primer ejecutivo al que se haya enfrentado.

Si logra aguantar la presión de Juan Abelló y Carceller, podría mantener la batalla abierta hasta que llegue el Partido Popular.

La ecuación no es fácil pero Del Rivero aguanta.

Miriam Prat

miriam@hispanidad.com