• Un Gobierno muy unido. La vicepresidenta se resiste a no pintar nada en el asunto y acude al presidente de Telemadrid.
  • En el entretanto, Galiano está dispuesto a aceptar el cargo pero con condiciones.
  • Quiere apoyo financiero para reducir plantilla y manos libres para cerrar canales.
  • Pero, sobre todo, exige la vuelta de la publicidad a RTVE.
  • Lo que provocará las iras del Duopolio Mediaset-Atresmedia, a quien Soraya trata con mimo.
  • Y Sáenz de Buruaga se queda sin sitio en la carrera, por el momento.

Un Gobierno muy unido, sobre todo entre los dos círculos máximos: el del presidente Mariano Rajoy y el de la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría.

Todo ello a propósito del nombramiento del nuevo presidente de la Corporación RTVE. Recuerden que el último gran fracaso político de Soraya fue, precisamente, el nombramiento de Leopoldo González-Echenique como presidente de RTVE, ahora cesado por Rajoy, oído Montoro.

Pues bien, Rajoy ofreció al cargo al presidente de Unidad Editorial, Antonio Fernández-Galiano (en la imagen), el hombre que cesó a Pedro J. Ramírez.
Galiano, en plena negociación de fusión entre Vocento y Unidad Editorial, no ha dicho que no, pero ha puesto sus condiciones: Reducir canales -por ejemplo, privatizar la 2-, una nueva reducción de plantilla (6.400 personas), lo que exige nueva financiación y, sobre todo, el regreso de la publicidad a RTVE.

Esta última es la línea roja que el Duopolio televisivo, formado por los poderosos Tele 5-Cuatro y Antena 3 TV-La Sexta, no permiten se traspase. En otras palabras, que en pleno año electoral irían a por el Gobierno. (Ya van ahora pero lo harían a lo bestia, estilo La Sexta).

Por eso, la guardiana de los intereses del Duopolio en el Gobierno, esto es, la vicepresidenta Sáenz de Santamaría, se ha apresurado a desmontar la opción Galiano y ha llamado al actual presidente de Telemadrid, José Antonio Sánchez, para que acepte el cargo. Éste todavía no ha respondido, pero es un periodista muy ligado al PP desde hace veinte años y fue director general (entonces no eran presidentes) de RTVE entre 2002 y 2004.

O sea, un Gobierno muy unido, que no sólo necesita poner orden en las cuentas de RTVE: necesita su apoyo informativo -sí propagandístico- para las elecciones. Por el momento, lo único que consiguió Leopoldo González-Echenique es una televisión donde sigue mandando el llamado comando Rubalcaba, es decir, el PSOE... con el PP en Moncloa.

Y la opción de Ernesto Sáenz de Buruaga se desinfla, al menos por el momento. A fin de cuentas, algo tuvo que ver Mariano Rajoy con su salida del programa de las mañanas, en la cadena COPE.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com