Noche electoral vibrante luego del agit prop de la extrema izquierda con sus acampadas que no han conseguido el vuelvo electoral usando ilegales maniobras con un gobierno socialista complaciente con ellos.
Varias cosas podemos sacar en conclusión de estas elecciones:
El principio del fin del radicalismo en el gobierno de España o el fin de la era Zapatero que nos ha llevado a la ruina, la corrupción, al terrorismo en las instituciones y al desprestigio internacional. Anoche el discurso del Presidente del Gobierno fue el de todo un dictador incapaz de autocrítica alguna, algo preocupante porque no se quiere marchar a su casa y convocar nuevas elecciones. Y un año más así acabará con España en quiebra.
La victoria aplastante del PP, por hundimiento de su rival, la PSOE, que no por méritos propios. Rajoy sigue siendo un jefe, que no líder, elegido a dedo, despótico, indeciso, débil, acomplejado con el nacionalismo y la izquierda que ha ganado porque ha tenido enfrente al peor gobierno de la Historia de España. Y lo peor que le puede pasar al PP es que, ebrio de éxito, no vea que esto podría ser el principio de su batacazo.
ETA en las instituciones, gracias al voto de los magistrados del TC nombrados a propuesta de la PSOE. Mucho dinero e información institucional les va a llegar a ETA con lo que podrán más fácilmente extorsionar y matar. Es el penúltimo regalo de Zapatero.
La necesidad de una reforma electoral. Si bien el movimiento Democracia Real ya ha fracasado por la manipulación hecha desde la izquierda, en estas elecciones se ha visto la necesidad de reformas urgentes. Necesitamos una ley de partidos con representación territorial más justa, que lleve al poder a la gente más capacitada y honrada y no a los más sumisos e intrigantes, que es lo que ocurre ahora con el actual sistema.
Si en los partidos hubiese democracia interna, Rajoy, Arenas, Zapatero, Zoido o Espadas, jamás hubieran sido cabeza de lista en nada. Por otra parte necesitamos listas abiertas en las elecciones para evitar candidatos cuneros y eliminar los préstamos bancarios a los partidos así como que las cuentas de estos sean públicas. Porque el sistema actual tiende a que gobiernen ineptos y que se den facilidades a la corrupción. El PP tiene ahora la oportunidad de liderar las reformas, empezando por sí mismo con la democratización interna del partido y propuestas de reforma de la ley electoral.
Si no lo hace, la PSOE, como en otras ocasiones llevará la iniciativa que a la postre siempre acepta un acomplejado PP.
Democracia y Libertad en el PP